Una rosa marchita

Capítulo 13: El espacio

09/05/2022

Apenas llegue a mi casa comencé a investigar posibles temas de conversación.

Ya conseguí interactuar un poco con ella y disculparme en el proceso, así que ya di el primer paso, sin embargo tengo un conflicto que ni el internet logro ayudarme y ese es ¿Como se que debería actuar? No he hablado con una chica de mi edad en mucho tiempo, (sin contar a mis compañeras, ya que ellas me hablan solamente para que las ayude en algo relacionado con las tareas) y no se bien como se supone que deba tratarla o de que deba hablarle.

Nuevamente se hace presente el factor de que aún somos desconocidos el uno del otro, y lo poco de información que conocemos es nula, no sirve de nada en esta situación.

El hecho de que sea una villana no me da una idea de lo que pueda gustarle o interesarle lo que hace aún más difícil el que podamos siquiera entablar una conversación.

¿Y si le habló sobre las cosas que me gustan? ¡Podría ser sobre héroes!.. No, eso es muy nerd y no quiero darle una mala impresión mia, aunque con todo lo que he hecho dudo mucho que le allá causado una buena impresión.

Tal vez si las cosas hubieran sido diferentes.. Jamás nos habriamos conocido. No creo que ella tratará a alguien que carece de don, probablemente hasta creyera igual que el restó que es contagioso.

¿De verdad es tan malo no tener singularidad? ¿Por qué es tan malo ser diferente?

¿Ella reaccionaría igual si supiera mi condición? No lo se, pero no soportaría que alguien me llamase "deku"

¿Realmente será que soy yo el problema? Si es así, entonces no demostraré lo que realmente soy.

09/05/2022

Me cuesta recordar la hora exacta ya que perdí la noción del tiempo, pero se que en algún momento me quedé dormido.

A la mañana no pude comer, los nervios me habían quitado el apetito.

No se ni como logré dormir anoche.

Las ansias me estaban consumiendo por dentro y a pesar de mi carecía de hambre mamá me convenció para que al menos comiera algo, no todo pero si lo suficiente como para que ella pudiera estar tranquila.

Me indagó tratando de descifrar el porque de mis nervios y aquella falta de apetito. Por instinto le mentí, diciéndo que estaba apresurado y que simplemente no tenía mucha hambre.

Lo que me sorprendió fue mi forma tan casual y lo convincente que sone al mentirle, hasta yo me lo creería. No se desde cuándo se ha vuelto tan habitual ocultarle cosas a mi mamá, pero empieza a preocuparme.

Terminé de comer, me despedí y caminé hasta el colegio. Por andar distraído olvide revisar si ellos habían llegado para evitar tener un infortunio al inició del día. Sin embargo, no ví a nadie ya que llegue más temprano que de costumbre y el lugar estaba prácticamente desértico.

Fuí a mi aula en dónde el único que estaba era profesor, el cual dejó de prestarle atención a sus papeles para voltear a verme ingresar. Lo saludé con "Buenos días profesor" a lo que el respondió de la misma forma sin quitar aquella mueca de extrañeza, que denotaba que quería preguntarme algo. Suspiro y decidió guardarse lo que quería decirme para seguir en lo suyo.