Lyra entró a la fortaleza junto a las demás mujeres, la mayoría de ellas significativamente mayores que ella. Al cruzar el umbral, la magnificencia de la fortaleza roja la envolvió, los muros altos y las intrincadas decoraciones le resultaban imponentes. Los guardias las llevaron a través de pasillos que serpenteaban por el castillo hasta llegar a una gran sala de espera.
Un guardia se adelantó, hablando con voz firme pero educada. —Seguidme. Seréis llevadas a vuestros aposentos, donde se hospedan las damas y demás personas que sirven en la fortaleza.
El grupo siguió al guardia por más pasillos y escaleras, hasta llegar a una zona menos opulenta, pero no menos impresionante. Allí, un hombre de la corte, con una túnica de terciopelo oscuro y una cadena dorada colgando de su cuello, las esperaba.
—Bienvenidas a la Fortaleza Roja. —dijo el hombre con una voz calmada y autoritaria—. Yo soy Ser Davian. Me encargaré de vuestra distribución y acomodo. Os pediría que siguierais mis instrucciones y que respetéis las normas de la fortaleza en todo momento.
Lyra observó a las otras mujeres, que asentían con seriedad. Ser Davian las condujo a través de otra serie de pasillos hasta llegar a una serie de habitaciones pequeñas pero acogedoras.
—Distribuiremos las habitaciones en función de vuestra posición y habilidades. —anunció Ser Davian.
Después de nombrar a varias mujeres, dijo finalmente su nombre. —Lyra Blount. —dijo mirándola. —Compartirás habitación con Sera Hartley.
La habitación era sencilla pero cómoda, con dos camas, un pequeño escritorio y una ventana que daba al patio interior de la fortaleza. Colocó sus pertenencias cuidadosamente y se sentó en el borde de la cama, asimilando la importancia de su nueva situación. Poco después, una de las damas mayores entró con un conjunto de vestimenta oficial.
—Aquí tienes, esto es lo que llevarás como dama de compañía. —dijo la mujer, entregándole el vestido de tela fina y de colores sobrios—. Vístete rápido. Cuando todas estéis preparadas, veremos las habilidades de cada una de vosotras para asignaros vuestros deberes.
Lyra agradeció la prenda y comenzó a vestirse, adaptándose a la nueva ropa. Poco después, salió de su habitación y se encontró de frente a una chica de cabello rubio oscuro y ojos avellana que la miraban con curiosidad.
—¿Eres mi nueva compañera de habitación?
—Parece que si. —dijo algo nerviosa Lyra.
—Encantada. —dijo abrazándola, gesto que sorprendió a Lyra. —Soy Sera Hartley. —se presentó la joven con una sonrisa cálida—. ¿Eres de las nuevas, verdad?
Lyra asintió y dijo: —Soy Lyra Blount. —respondió, devolviéndole la sonrisa.
Sera comenzó a explicarle cómo funcionaba la vida en la fortaleza. —Aquí hay mucho movimiento últimamente. La princesa Rhaenyra ha llegado junto con el príncipe Daemon y sus hijos. —dijo Sera mientras caminaban por los pasillos—. Yo me encargo de tareas variadas, pero sobre todo ayudo con la costura y en la cocina.
Lyra escuchó atentamente, sintiéndose emocionada por tener a Sera como compañera de habitación. La conexión entre ambas fue instantánea, compartiendo anécdotas y risas mientras Sera le mostraba los diferentes rincones de su nuevo hogar.
Cuando regresaron al ala donde se encontraban las demás mujeres, la misma mujer mayor que les había entregado las vestimentas un rato antes, una figura autoritaria pero justa, tomó la palabra.
—Si estamos todas. —dijo mirando a cada una con detenimiento. —Comenzaremos asignándoos vuestros deberes. —dijo con voz clara—. Aquellas con experiencia en las habilidades que nombre que den un paso al frente.
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Bajo el velo de la seda || Jacaerys Velaryon
FanfictionNacida entre las sombras de Desembarco del Rey, Lyra Mares fue criada en el bullicioso y peligroso ambiente de la calle de la Seda. Huérfana desde su primer aliento, Lyra se aferró a su determinación y coraje para sobrevivir en un mundo que la había...