ELLA ES MÍA © [E.E.M.1.]

CAPÍTULO 9: EL BAILE.

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RECORDEMOS QUE EL BAILE TIENEN TEMÁTICA FANTASÍA MODERNA.
NOTA:

SOFÍA Y JASON: Caperucita roja y el lobo feroz.

KELSY DYLAN: Cenicienta y el príncipe.

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CAPÍTULO 9: EL BAILE.

"Cuando tu corazón deja salir la rabia deja espacio para el amor"

El viaje de regreso, fue en pocas palabras un completo horror, mi mente creaba miles de rostros posibles para definir a mi madre, pensar en ella escribiendo esa carta, mientras yo me encontraba dormida en una cuna tan cerca de ella; saber que mi padre se encontraba a unos metros de mí y saber que mi familia me amaba me estaba volviendo loca.

Necesitaba saber que paso con ellos, cual fue era peligro o si planeaban buscarme. Miles de escenarios pasaron reproduciéndose en mi mente durante todo el viaje de regreso a Nueva York.

Recibí un mensaje de Sofía diciendo que se encontraba esperando fuera del aeropuerto para llevarme a mi departamento ya que los estilistas y maquillistas se encontraban ahí preparando todo.

Según ella tenía que coordinar con los estilistas el peinado que nos harían mañana al igual que con los maquillistas, colores adecuados para nuestros ojos según nuestro color de piel y demás cosas que en estos momentos me daban prácticamente igual.

Solo llegaría ahí y dejaría que Sofía y los profesionales elijan por mí, mi mente se encuentra en otro mundo como para pensar si me va mejor el brillo de menta o cereza.

Ruedo los ojos al recordar esa parte del mensaje.

Localizo el auto plateado de Sofía a pocos metros de la entrada, tomo con más fuerza la correa de mi bolso de viaje y camino hacia el auto, abro la puerta y entro.

Sofía me mira con una enorme sonrisa plasmada en su rostro, torno mis ojos mirándola y regreso la mirada hacia el frente.

-Hola- Saluda, la miro y doy una pequeña sonrisa de saludo.

Ella enciende el auto y avanza entre los autos que están saliendo al igual que nosotros.

- ¿Cómo te fue?

Analizo la pregunta y de inmediato un nudo se instala en mi garganta, maldita sea.

Miro mi mano derecha, se encuentra cubierta por unos guantes debido al frio nocturno, ellos cubrían la venda que se encontraba en mis nudillos heridos, tuve que ir al hospital después de ese ataque de debilidad y rabia en ese bosque desierto. Sabía que sería una noche larga no solo por la estación, sino por la situación.

-Bien. - me limito

Me dirige una mirada de incredulidad, sabía que ocultaba algo. - ¿Te encuentras bien, Kelsy?

-Perfecta, Sofía. Estoy perfecta.

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Mire el reloj de la pared, eran las doce del mediodía, anoche no dormí muy bien, de hecho, me levante a las tres de la mañana, por lo que fui al baño y me tome una pastilla para relajar los músculos, efecto secundario, cansancio.

Los nudillos me ardían y el labio también, puesto que estaba roto por morderlo tan fuerte, no tenía idea de cómo le explicaría a Sofía lo que me ocurrió durante el viaje. Lo último que necesitaba era una voz recriminándome todo lo malo que hice y sabía que esa voz pronto estaría presente en mi departamento.