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Wally no está asustado, corre pero no está asustado, sabe bien que pasara si lo capturan, sus amigos corren al estacionamiento y — Dejen que se vayan — grita el entrenador al ver cómo se alejan

Wally ríe pues sabe bien que él es el blanco, así que se mete bajo las gradas usando la estructura para huir "Esos mastodontes no podrán seguirme el paso" piensa seguro dejándolos atrás, escucha a algunos correr por las gradas esperando que salga entonces se desliza por un rincón pero su mano es tomada tan rápida y sorpresivamente que le lleva entre los arbustos cercanos

El revoltoso rubio está tan asombrado que no se resiste de principio, hasta que logra reaccionar — Oye ¿qué diablos te pasa? Suéltame — intenta gritar antes de caer entre los arbolillos

Su captor le tapa la boca con la mano pero Wally no duda en morderlo, sin embargo, lo oye reír — Demonios Cuatro, no ves nada bajo ese fleco — exclama el chico al remover el rubio cabello de Wally, que al fin logra reconocer a Nigel

— ¿Cómo se supone que sepa que eres tú con ese casco? — murmura disgustado

El castaño rojizo revisa su mano ocultándose tras el árbol más grande — Tuve que ponérmelo — dice, sin mayor detalle

Wally se oculta escuchando el barullo que el equipo causa al buscarlo, mira a Nigel y se siente mal de haberlo mordido pero no sabe cómo disculparse, los mayores pasan alejándose de ahí y de inmediato el castaño rojizo le cede el casco al revoltoso rubio, disponiéndose a salir

— No lo necesito — responde el australiano, aún sentado en el pasto

— Entonces guárdamelo — contesta el castaño rojizo al salir corriendo

— Ahí está — grita un chico y el sonido del grupo corriendo confunde a Wally, que solo oye el alboroto alejarse, se levanta silencioso tomando el casco y buscando brincar la cerca, trepa rápido pero se detiene a ver qué pasa, sobre la valla puede ver el equipo correr desorganizados, todavía buscándolo, sin embargo, Nigel parece divertido viéndolos desde no muy lejos

Chad va hacia el castaño rojizo, mirando de un lado a otro hasta que de repente lo nota, para Wally es obvio que el mayor lo ha reconocido pero no huye, sigue hincado sobre la barda observando desafiante, en cambio el pesado universitario observa a Uno, que sonriente ve al alterado entrenador gritar órdenes, así que el mayor de los rubios le sonríe al buscapleitos, cínico o descarado pasa de él yendo a su mejor amigo

Wally duda si volver o irse, pero afirmándose el casco sale de ahí, caminando al estacionamiento y sin estar muy convencido va donde la vieja Van negra de Patton.

Chad llega cerca Nigel, aunque este no parece notarlo y eso le molesta al punto que le toma del hombro, exigiendo su atención — Parece que tu amigo se ha ido — le comenta, casi susurrando en su oído

No obstante el menor ni se inmuta, de hecho lo mira unos segundos y eso sin duda desconcierta al alto rubio — ¿Qué harás más tarde? — Uno pregunta al fin, con clara expectación a él y a su reacción

Chad traga saliva algo nervioso, e incluso aprieta un poco su tabla de anotaciones — Olvídenlo — grita el entrenador, pidiendo a los chicos que se reúnan de nuevo

Nigel aprovecha que el rubio lo ha soltado para girarse hacia él — Si no puedes, no importa— dice a voz baja, dándole una salida

Pero Chad se acerca — ¿Qué tal mañana?— propone, alarmado ante la oportunidad perdida

— ¿Mañana? — duda el castaño rojizo, tal vez pensando en sus ocupaciones

— Sí, lo siento. Hoy debo ayudar a mi amigo pero mañana podría — asevera el universitario, es extraño pero siente un inusual temor de ser rechazado, sin embargo, también le ansía verlo asentir, sonreír o incluso...

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