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Camina sonriente tarareando su canción favorita, con la coleta moviéndose al viento rítmicamente, esperando encontrarlo. Él va un poco al frente, trae su sudadera anaranjada y la capucha le cubre la cabeza, pero ella reconocería esa forma de caminar donde fuera

Se aproxima rápida y silenciosa tras él cubriendo sus ojos con ambas manos — ¿Quién soy? — pregunta sonriente

— Sé que eres tú Sanban, ese perfume huele a metros — dice él, medio incómodo

Kuki ríe sin soltarlo — Lo siento, necesito mi nombre — contesta coqueta

Él saca cuidadosamente las manos de sus bolsillos e intenta correr, aunque ella lo tiene bien sujeto, así que llevarla a cuestas le es difícil — Déjame, tengo cosas que hacer — dice el revoltoso rubio, intentando avanzar

— No es cierto, solo iras a ver a Nigel practicar — sonríe ella, y sin soltarlo le abraza por sobre los hombros

Él se detiene de golpe, tratando de levantar sus brazos — ¡¡Exacto y no quiero llegar contigo!! — grita abrupto, Kuki se aleja un poco, mirándolo consternada y él se siente culpable — Si quieres venir hazlo, pero no te me cuelgues — agrega avergonzado, cubriendo más su cabeza con su capucha

Ella puede ver el leve rubor bajo los revueltos mechones de su rubio cabello — ¿En serio puedo ir? — pregunta dulcemente, buscando ver sus ojos

— Si, solo que será aburrido para ti — responde el australiano, esperando que ella se vaya

Pero no, Kuki camina a su lado, alegre — Que bueno, realmente me asustaste— le comenta, mirándolo de reojo

Extrañamente Wally intercambia miradas con ella — Lo siento — musita caminando a su lado, mientras ella vuelve a tararear su canción favorita

— ¿Conoces Into the Rain? — pregunta el revoltoso rubio, tan de golpe que su capucha baja

Ella lo observa igual de incrédula — Es la mejor banda del mundo ¿Cómo no la conocería? — ríe adelantando

— Claro — asiente Wally — Pero yo creí que te gustaban esos idiotas, ya sabes, los de las coreografías ridículas y caras de plástico.... ¿Qué son? ¿Aliens?

Kuki ríe por las dudas absurdas del rubio — Tengo muchos gustos, Wally — asevera, pasando de las bromas

— No te creo — refuta Cuatro, suponiendo que ahora intenta convencerlo — con el grupo de porristas solo hablan de ropa, maquillaje y los plásticos esos....

— ¿Eh? Tal vez has estado escuchando otras pláticas — juguetea ella — Yo tengo gustos muy variados, igual que tu, que públicamente oyes solo heavy metal, pero también sabes muchas sinfonías clásicas a piano, y lo tocas muy bien — explica ella, a la vez que atraviesan el jardín trasero hacia los campos de football

— Shhh, alguien puede oírte — pide el revoltoso rubio, mirando a su alrededor — Eso es cosa de mis padres, no mi gusto — le asegura acercándose más

— ¿Y el americano? Nunca te importo ningún equipo deportivo, y ahora solo rondas los campos de entrenamiento —insiste, aprovechando el buen humor del australiano

— No me gusta, solo quiero estar con Nigel — Wally es sincero, e inconsciente, hasta que cae en cuenta de lo que ha dicho y — Ahí me alcanzas — grita, con voz entrecortada, se voltea y sale corriendo

Ella lo ve irse y camina lento, viendo cómo el alebrestado chico llega tras el castaño rojizo, con quien aplica la misma que ella, le cubre los ojos juguetonamente, aunque el británico es más alto y Wally debe ponerse en puntillas para alcanzarlo

Everything For YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora