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El sol estaba por caer y tanto el entrenador Clover como él habían estado haciendo pruebas desde media tarde, aunque ya que la mayoría estaban ahí tan obligados como él mismo terminaron siendo "muestras de desempeño". Johan Clover no solo fue su entrenador durante toda la preparatoria también era un buen amigo de su padre y en parte organizador de todo este embuste deportivo, y si crees que por eso se los haría más fácil no conoces a un profesor de educación física

— ¡¡Vamos, a correr chicas!! — Grito Clover alineando a los últimos al frente, pasando los 1,70 el cincuentón aún presumía de condición, incluso si el horrendo conjunto deportivo lo hiciera lucir aún mayor —, debemos apresurarnos, solo podremos entrenar tres días — soltó con cierta decepción ante en inhábil grupo de adolescentes

— ¡¿Solo tres días?! — se sorprende Chad, nunca pregunto fechas a su padre, aunque supuso que como comenzaron a entrenar hace unos días debía faltar bastante

— Si, y si esos idiotas no se hubieran roto a la primera, llevaríamos toda esta semana de ventaja — maldice Clover frente sus últimos "reclutas", nerviosos chicos que seguro nunca lo han visto tan de malas —, ¡ ¿Han jugado antes? ! — grita el entrenador y la mayoría de chicos niega nerviosamente —, maldita sea los únicos útiles aquí son los Archer — exhala con cansancio

Un chico viene corriendo hacia ellos desde la entrada del campo, es de crespo cabello castaño, algo alto y un poco flaco — Permiso para entrar al campo, señor — pide en voz alta, firme cual pose marcial

Los más jóvenes lo miran ente impresionados e incrédulos

Por el contrario el entrenador lo voltea a ver, con aire burlesco — ¿Qué diablos quieres? — pregunta bruscamente

— Entrar al equipo, señor — responde el decidido menor

— Esto no es para el equipo escolar — recalca Clover, pasando de su agresividad al hartazgo

— Lo sé, señor, yo solo quiero jugar — insiste el adolescente, con cierta determinación en la mirada que incluso Chad logra percibir

El delgado chico no tiene el tipo atlético, y por sus ligeras gafas o desgarbada apariencia pasaría más por un ratón de biblioteca

— Te he visto en mis clases... pero ahora no me suenas — medita Clover, intentando recordar

Para Chad seria aun mas raro que recordara el nombre de algún alumno

Así que el animado chico se presenta — Hoagie Pennywhistle Gilligan Jr. Señor — sonríe

"Diablos, qué nombre" piensa Chad

No obstante el entrenador manda al chico al campo — Tomen una posición y juéguela — aplaude efusivo

Incluso si no son un número par se dividen en dos grupos, pueden omitir algunas posiciones y los chicos podrán demostrar sus capacidades, ademas Chad dirigira al equipo con menos miembros

— Ofensiva — indica Chad para su grupo, pasando el balón corre entre los defensas, intenta organizarlos dejando a alguno llevar el balón permitiéndoles buscar la anotación, hasta que los mismos jugadores se distraen con las risas que vienen desde las gradas

Allí un bullicioso grupo de chicos hace bromas y comentarios desde que empezaron, claramente no parecen estar ahí para verlos, no rompen la concentración de Chad en cambio los más jóvenes son distraídos por aquellos seis adolescentes, lucen algo sólidos en complexión y por lo que sus chamarras con capucha permiten dilucidar

Entre leves placajes, ya que no puede pasarse en fuerza con los novatos, da cortos vistazos a aquel ruidoso grupo, obviamente son menores a él, estudiantes de la misma preparatoria que el resto, sin embargo le llama la atención uno en particular, de resaltante cabello castaño rojizo ligeramente ensortijado en las puntas, piel clara sin muestra de bronceado o marcas, sus ojos los oculta tras un elegante par de gafas para sol demasiado costosas para un chico de su edad o apariencia, de hecho entre todo su casual atuendo es lo único que reconoce por marca, Chad no es un experto

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