Emprendiendo un viaje a ciudad Fortuna, la protagonista esta en búsqueda de los hijos de Sparda en busca de respuestas, sin embargo, su vida da un giro al terminar enamorándose de uno de ellos, lo cual le sumara mas desafíos por superar.
El cazador de demonios había llegado a su agencia, aun un poco aturdido por lo sucedido, Morrison seguía en el local. Él notó que Dante estaba un poco extraño, por lo que le preguntó.
¿Está todo bien? –
Si... solo estoy pensando –
¿En qué? –
Este colgante – decía mientras lo sacaba de su bolsillo – tiene algo más de lo que yo pensaba –
¿Qué tiene de especial? –
Reacciona ante los demonios, yo lo sentí cuando lo llevaba conmigo –
¿Por qué lo tendría una niña? –
No lo sé, en cuanto vuelva necesito preguntarle un par de cosas –
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Pasaron un par de horas, ya había caído la noche estrellada, con una luna bastante grande. Siendo las 08:20 p.m. aún seguía en la biblioteca buscando pistas, por el momento no había podido encontrar exactamente lo que buscaba, pero encontré otras cosas interesantes, como el origen del inframundo, el nacimiento de ciertos demonios que eran muy poderosos, Belial, Behemoth, Beelzebub, Asmodeus, Satanas, Luciferd etc. como antes el mundo humano pertenecía a los demonios y luego fueron desterrando al inframundo. También leí un par de encantamientos y ciertos rituales para invocar a demonios, cosa que la verdad no me apetecía. Pensando en eso, comencé a darme cuenta de que algunos demonios tienen la capacidad de aparecer en La Tierra y otros son invocados por los propios humanos. La verdad por momentos sentía vergüenza de mi propia raza, pero por otro lado es entendible, estamos lejos de ser perfectos, incluso los demonios también.
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Decidí parar un poco, ya estaba bastante cansada y me dolía la vista, incluso llegué a pensar que necesitaba anteojos para ver de lejos porque no llegaba a ver bien a larga distancia. Me asomé por una ventana y me di cuenta de que era de noche. Puse una mano en mi frente en señal de arrepentimiento, no me di cuenta que el tiempo se había pasado tan rápido. Antes de partir opté por llevarme un libro en particular, le avisé al bibliotecario que lo iba a tomar prestado y mañana por la mañana lo iba a devolver.
