Misión 12: El Último Suspiro

8 10 0
                                    

CAPITULO XII

En ese lugar descampado, permanecía parada junto con Nero mientras observábamos a los dos gemelos, veía otra vez la misma escena. Tenía una mirada de tristeza y preocupación, la historia se estaba por volver a repetir nuevamente. Por otro lado, Nero estando encerrado en un mar de confusión, aún no podía creer que era su padre era uno de los hijos de Sparda. Sin embargo, al haberlo descubierto pudo dar respuesta a muchas preguntas que tenía hace muchos años atrás. Todo comenzó desde que era un niño, desde que cumplió doce años y su brazo cambió instantáneamente de un día para el otro, ni siquiera yo supe exactamente por qué solo una parte de él permanecía en su forma real mientras él mantenía su forma humana, eso explicaba porque su devil trigger nunca podía completarse. Más allá de eso, Nero se dio cuenta a muy temprana edad de que no era un humano, sino un demonio, pero jamás pensó que iba a pertenecer al linaje del Caballero Oscuro.

Los demonios albinos estaban enfrentados, no dijeron absolutamente nada, solo se observaban con miradas punzantes. Era como si estuviesen luchando telepáticamente. Luego comenzaron a rodearse, hasta que Vergil decidió iniciar con el primer ataque, desplazándose con gran velocidad hacia su hermano. Dante por obviedad atajó su ataque, Rebellion y Yamato comenzaron a chocar entre sí, podía ver como las chispas nacían cuando estás rozaban sus filos, casi ni podía verlos de tan rápido que se movían.

No podía soportar ver más esa escena, parecía incluso que lo disfrutaban, como un juego enfermizo, igual que lo había mencionado antes, pero sobre todo me daba cosa por Nero, porque, al fin y al cabo, Vergil aun siendo lo que es, era su padre, aun...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

No podía soportar ver más esa escena, parecía incluso que lo disfrutaban, como un juego enfermizo, igual que lo había mencionado antes, pero sobre todo me daba cosa por Nero, porque, al fin y al cabo, Vergil aun siendo lo que es, era su padre, aunque él tampoco sabía que tuvo un hijo.

No puedo soportar más esto – dije.

Estaba a punto de intervenir, pero Nero me detuvo.

¿Estás loca? Ni se ocurra meterte, si te llega a pasar algo, no los voy a poder perdonar nunca, solo por sus peleas estúpidas –

Vos también te peleaban con tu tío al principio – decía con lágrimas en los ojos.

Pero esto es diferente Victoria, esto es peligroso y no puedo dejar que te pase algo –

Ignoré a Nero por completo, Salorox había comenzado a brillar, en ese momento había empezado a sentir una sensación muy extraña, como si una especie de energía me invadiera todo el cuerpo. Seguía viendo a los hermanos pelear con cierta rudeza y furia, yo sabía perfectamente que no iban a parar hasta que uno de los dos callera y que uno solo quedara de pie. Hace muchos años pasó exactamente lo mismo y el que había quedado, lidio con el sufrimiento de ambos.

No lo pensé ni siquiera por un segundo me adentré hacia la lucha, mis ojos se encendieron en una luz roja, un aura extraña brotaba de mí. Nero al ver que me dirigía hacia ellos, abrió los ojos comí platos y la desesperación lo invadió.

¡VICTORIA NOOO! –

Estiró su brazo para tratar de acercarme hacia él, pero la misma energía que despedía le rebotó su movimiento haciendo que este retrocediera un poco.

Entre El Cielo y El InfiernoWhere stories live. Discover now