Misión 8: Un Sujeto Extraño

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CAPITULO VIII

30 de julio de 2019

Había pasado una semana desde que había llegado San a la ciudad, por obvias razones Dante nos pidió que nos quedáramos en la casa de su sobrino. Mi primo estaba súper contento por haber conocido a los descendientes de Sparda. Aunque no se imaginaba que Dante fuese tan frio o apagado, ya que él tenía entendido que era un rebelde sin remedio que le gustaba joder y todo era muerte y destrucción hacia los demonios, básicamente le gustaba divertirse cazando. Eso fue yéndose de a poco ya que Dante fue creciendo, es un adulto maduro, o eso quiero creer, a veces tiene comportamientos como si fuese un chico pequeño.

08:45 p.m.

Yo había tenido planeado hacer una cena en la casa de Dante, claramente iban a estar Nero junto con Kyrie y obviamente mi primo. También estaba Morrison que le insistimos para que se quedara. Ya estaban sentados en la mesa, mientras tanto yo en la cocina estaba terminando de preparar las pizzas y mi primo estaba con una consola portátil jugando. Si se lo preguntan, había una mesa en la cocina donde estaban sentados, lo que pasa es que Dante como comía como un animal, no la usaba. Por obviedad, tuve que limpiar toda la casa antes de que llegaran los invitados. A pesar de lo que había pasado con Credo también lo había invitado, pero por alguna extraña razón se negó, en ese mismo momento Dante puso una mirada de desinterés y asco al mismo tiempo. No se me ocurrió otra cosa que pensar que él tuvo algo que ver.

¿Te falta mucho? – preguntó Dante.

No, ya casi están –

Hace un calor aquí adentro – decía Nero mientras se abanicaba con una mano.

Seguramente van a estar muy ricas – decía Kyrie.

Nunca cociné, siempre preparaba todo mi madre o yo compraba todo hecho por una cuestión de practicidad, pero no pierdo nada con intentarlo –

Tengo hambre – decía mi primo sin apartar la vista de la consola.

Yo creo que van a estar bien – decía Morrison.

Mientras estaba cocinando las pizzas podía notar que Nero de vez en cuando me miraba, pero cuando yo volteaba a verlo él apartaba su vista hacia otro lado. No es la primera vez que sucedía, en estos días también lo hacía, incluso una vez en su casa cuando recién me levantaba, aún estaba dormida, salí al pasillo y me lo choqué. Le había pedido disculpas, pero él solamente se quedó viéndome fijamente con un cierto brillo en sus ojos. Esa era la primera vez que lo tenía tan cerca que incluso podía sentir su respiración.

Finalmente nos sentamos todos, corté la pizza y cada uno se sirvió su porción, para Kyrie había puesto cubiertos junto al plato.

¿Qué tal esta? – pregunté.

Esta buena – decía Nero.

Y le metiste aceitunas no más – decía Dante.

Uy perdón Dante se me pasó, no lo hice apropósito –

No me molesta princesa – y siguió comiendo.

Morrison comenzó a reírse al igual que lo empezaron a hacer posteriormente los demás.

Luego se escuchó que alguien golpeó la puerta, algo que me dejó bastante asombrada, ya que el negocio estaba cerrado, no creía que fuera un cliente. Sin embargo, me levante de mi asiento para atender la puerta. Dante no dijo absolutamente nada, pero no se iba a quedar conforme con quedarse sentado, así que se puso de pie y me vigilaba desde la puerta de la cocina.

Entre El Cielo y El InfiernoWhere stories live. Discover now