Capítulo 10

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En tus ojos me pierdo,un universo de estrellas.Tu sonrisa, un sol radiante,que calienta mi alma.

Tu voz, melodía celestial,que me llena de paz.Tu amor, un refugio seguro,donde puedo descansar.

Te amo, mi vida,con todo mi corazón.Eres mi todo,mi más bella ilusión.

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Un rayo de sol se colaba por la ventana de la habitación de un Yoongi de 16 años, iluminando su rostro concentrado mientras escribía en un pequeño cuaderno. Sus dedos volaban sobre las páginas, plasmando en versos sus emociones más profundas y sus sueños más vívidos. La poesía era su refugio, un espacio donde podía expresarse libremente y explorar las infinitas posibilidades de su mente creativa.

De repente, el sonido de la puerta abriéndose lo sobresaltó. Rápidamente ocultó su cuaderno debajo de un grueso libro de matemáticas, su corazón latiendo con nerviosismo. La puerta se abrió por completo y su padre, un hombre serio y autoritario, entró en la habitación.

— Yoongi — dijo su padre con voz grave, — ¿ya has terminado tu tarea?

Yoongi tragó saliva y respondió con un rápido — Sí, padre — Su padre se acercó a él con una mirada inquisitiva, como si sospechara de su respuesta.

— Espero que no estés mintiendo — dijo, extendiendo la mano hacia el libro de matemáticas que cubría el cuaderno. — Sé que a veces te distraes con otras cosas.

En un movimiento instintivo, Yoongi intentó detener la mano de su padre, pero era demasiado tarde. El libro cayó al suelo, revelando el pequeño cuaderno escondido debajo.

La expresión del padre del señor Min se endureció al ver los versos escritos a mano. — ¿Qué es esto? — preguntó con tono severo — ¿Por qué estás escribiendo nuevamente esto en lugar de estudiar?

Yoongi se sintió como si lo hubieran atrapado con las manos en la masa. Sabía que su padre no aprobaba su pasión por la literatura y poesía, lo consideraba una distracción de sus estudios y de su futuro como miembro del NIS.

— Padre — dijo Yoongi con voz temblorosa, — yo no quiero ser parte del NIS. Quiero escribir música, quiero ser compositor.

Las palabras de Yoongi resonaron en la habitación como un trueno. La expresión de su padre se tornó aún más severa, sus ojos llenos de desilusión y enojo.

— ¿Un compositor? ¿Quieres ser uno de esos idols? — exclamó con voz airada. — ¿Eso es lo que quieres? ¡¿Ser un payaso para entretener a las masas?! ¡No seas ridículo, Min Yoongi! Tú vienes de una familia de honor y tradición. Tu destino está en el NIS, protegiendo a nuestro país.

Yoongi se sintió acorralado, sus sueños pisoteados por las expectativas de su padre. Las lágrimas amenazaban con brotar de sus ojos, pero se las tragó con fuerza.

— No voy a ser un idol, yo haré la música para ellos — dijo con voz firme, a pesar del miedo que sentía. — Solo mira, hay una agencia que está buscando jóvenes para reclutar como compositores, solo seré eso... Crearé música papá

Su padre lo miró con una mezcla de ira y decepción. — Si te atreves a ir a ese lugar y escúchame muy bien Min Yoongi — dijo con voz fría. — Si haces eso, recuerda que estás solo en esto. No esperes ningún apoyo de mi parte.

Yoongi asintió en silencio, su corazón lleno de tristeza y amargura. Sabía que el camino que su padre odiaba el tipo de trabajo que tenía que ver con artes, tal vez si le hubiera dicho que quería ser político o empresario él lo consideraría pero en ese momento, solo era un adolescente con un espíritu rebelde que había sido contenido hace muchos años.
Ese día Yoongi se olvidó de cualquier cosa que tuviera que ver con la música o la poesía, se obligo a creer en que eso era una pérdida de tiempo y que solo algunos tenían la suerte y el talento para verdaderamente triunfar en eso, entonces se dedicó al cien por ciento en su preparatoria y más tarde para entrar a la academia de policías.

Esencia del Crepúsculo  ✦ taegiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora