Tres meses más tarde
El tribunal estaba repleto. La tensión se sentía en el aire mientras las puertas del juzgado se cerraban detrás de Lena. Era el día que había estado esperando durante tanto tiempo, el juicio de Lex Luthor. Los medios de comunicación y los espectadores esperaban ansiosamente fueras de las puertas del tribunal por el veredicto. Lena respiró profundamente, buscando fuerza en la presencia de Kara a su lado. La captura de Lex había sido un esfuerzo monumental. Lena, después de años de luchar con su lealtad familiar y su sentido del deber, se había aliado con la CIA para atrapar a su hermano.
El juicio comenzó con el fiscal presentando un extenso catálogo de crímenes cometidos por Lex. Desde conspiración, intento de asesinato, tráfico de armas y un sinfín de actividades ilegales, la lista era demasiado larga. Cada palabra resonaba en la sala, dejando claro el nivel de maldad que Lex tenía.
La pelinegra observaba a su hermano, sentado con una expresión de arrogancia, seguro de que, una vez más, el sistema no sería capaz de mantenerlo encerrado. Kara, con su mirada firme, le apretó la mano a Lena en señal de apoyo.
—El estado llama a su primer testigo, Lena Luthor— la pelinegra estaba consciente de que sería llamada al estrado como testigo gracias a que Sam se lo había confesado con anterioridad. Se había preparado específicamente para este momento.
Lena se levantó, avanzando con pasos firmes hacia el estrado. Con voz clara y concisa, relató las conspiraciones, traiciones y secretos que había descubierto, mientras estuvo con él. No solo habló como una hermana traicionada, sino como una mujer que había decidido hacer lo correcto.
El abogado defensor de Lex trató de desacreditarla, insinuando que sus palabras no eran más que una venganza personal, pero Lena se mantuvo con una determinación inquebrantable. Sabiendo que esta vez Lex no tendría oportunidad de salirse con la suya.
A lo largo del juicio, desfilaron una serie de testigos: agentes de la CIA, antiguos empleados de LexCorp y la cereza del pastel, Alex Danvers. Todos ofrecieron testimonios contundentes. El retrato que emergía de las confesiones era de un hombre cuyo intelecto y recursos habían sido utilizados para causar caos y sufrimiento a una escala global.
Finalmente, llegó el momento de los argumentos finales. El fiscal se levantó y, mirando a los jurados, habló con convicción:
—Señoras y señores del jurado, hoy tienen la oportunidad de hacer justicia. Lex Luthor ha evadido la ley por demasiado tiempo, utilizando su poder para escapar de las consecuencias de sus acciones. Pero hoy, con todas las pruebas presentadas, les pedimos que le den la sentencia máxima. Porque solo así podremos asegurar que nunca más podrá causar daño.
El abogado defensor hizo su último intento, hablando de la falta de pruebas concluyentes y tratando de sembrar dudas, pero el peso de la evidencia era abrumador.
Tras largas horas de deliberación, el jurado regresó. El silencio en la sala era absoluto cuando el juez pidió al portavoz del jurado que leyera el veredicto.
—Nosotros, el jurado, encontramos al acusado, Lex Luthor, culpable de todos los cargos.
El alivio fue palpable. Lena cerró los ojos y respiró hondo, sintiendo una gran carga levantarse de sus hombros. Kara le sonrió, un gesto lleno de apoyo.
El juez, mirando a Lex, pronunció la sentencia. —Lex Luthor, en consideración de la gravedad y la naturaleza de sus crímenes, es la sentencia de este tribunal que pasará el resto de su vida en una prisión de máxima seguridad, sin posibilidad de libertad condicional.
Habían intentado atrapar a Lex varias veces sin resultado, pero hoy, por fin se había hecho justicia. Lena observaba cómo Lex era escoltado fuera de la sala. Sabía que hermano no se arrepentiría jamás de sus actos.
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𝐎𝐁𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐑𝐓𝐄 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈
FanfictionEn esta historia conocerán la hazaña más problemática de tres chicas. Luego de haber sido despedidas de sus respectivos trabajos, tuvieron que irse por la vía fácil. Se volvieron ladronas de arte y al volver a Ciudad Nacional tuvieron un encargo, pe...