El ambiente estaba cargado de una tensión incómoda mientras que Alex y Diana esperaban a Kara. La ausencia prolongada de la rubia les hacía preguntarse qué estaba ocurriendo realmente.
—¿Dónde estará Kara? Se supone que fuera y buscara donde está el cuadro y aun no vuelve— susurró Alex con preocupación.
—¿Crees que de verdad se esté tomando el tiempo de arreglar el desagüe? Deberíamos averiguar porque se ha tardado tanto, ¿no? — sugirió Diana saliendo de la cocina.
—Ve tú, iré subiendo las cosas a la camioneta.
—Está bien— Diana llamó a la rubia desde el salón, pero no hubo respuesta.
—¿Los baños están arriba? — se preguntó a sí misma antes de comenzar a subir las escaleras. Miró a ambos lados del pasillo, solo vio puertas cerradas y el cuadro al fondo.
—Ahí estas hermoso. Ahora... ¿cuál será la puerta correcta? Empezaré por acá— giró a la derecha y caminó hasta el fondo del pasillo. Mientras más se acercaba ruidos se escuchaban dentro de la habitación. Agudizó sus oídos y escuchó la voz de Kara detrás de la puerta. La hubiera abierto de no ser por los gemidos que empezaron a escucharse.
Los ojos y la boca de Diana se ampliaron casi en un perfecto círculo. Era su amiga quien estaba gimiendo. Una risa burlona se escapó de su boca y rápidamente se cubrió la boca para que no la escucharan. Caminó lentamente hacia atrás hasta llegar a las escaleras y bajar unos cuantos escalones. Se mantuvo quieta un rato hasta que paró de reír. Giró su cabeza hacia el segundo piso y gritó el nombre de la rubia un poco más fuerte, para que la escuchara. Cuando el ruido de la habitación se detuvo, bajó las escaleras los más rápido que pudo e hizo como si recién estuviera subiendo lentamente, aunque un poco agitada por correr. Antes de escuchar la puerta abrirse intentó tranquilizar su respiración. Kara apareció acomodándose el overol y cruzó miradas con ella.
—Diana... ¿Qué... sucede?
—Ya nos vamos. ¿Terminaste? — Diana estaba intentando quedarse seria, pero es que no podía. Una sonrisa se quería escapar de sus labios, así que prefirió morderse el labio para disimular.
—Oh... si... ya... eeh... terminé.
—Entonces baja, a menos que quieras seguir... trabajando.
—Sí... iré por la bolsa de herramientas para poder... irnos.
—Está bien— Diana terminó de bajar la escalera y caminó hacia la puerta principal soltando la risa y Alex iba de entrada.
—¿La encontraste?
—Sí, estaba... muy ocupada.
—¿De verdad estaba arreglando el desagüe?
—Sí. Y por lo que escuché lo estaba trabajando muy a fondo— dijo Diana sin dejar de reír y salió para subirse a la camioneta. Alex estaba confundida por la expresión de Diana y se quedó esperando a Kara en el salón hasta que la vio bajar.
—Bien, ya nos podemos ir— la rubia caminó con pasos rápidos hacia la salida.
—¿Ya se van? — era Lena de nuevo. Kara tembló en cuanto escuchó su voz, sonaba más grave que hace tres horas atrás.
—Sí, adelantamos un poco, pero volveremos mañana temprano. Que tenga una buena tarde, señorita Luthor.
—De acuerdo. Kara... ¿puedo hablarte un momento? — la rubia giró sobre sus talones muy lentamente y caminó hasta llegar al lado de Alex.
—Sí... ¿qué sucede? — debía controlarse, de repente comenzó a sentirse ansiosa y nerviosa al mismo tiempo y Alex no dejaba de mirarla raro.
—Me llevaré esto, te esperaremos en la camioneta— la pelirroja le quitó la bolsa de las manos y salió de la mansión.

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𝐎𝐁𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐑𝐓𝐄 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈
FanfictionEn esta historia conocerán la hazaña más problemática de tres chicas. Luego de haber sido despedidas de sus respectivos trabajos, tuvieron que irse por la vía fácil. Se volvieron ladronas de arte y al volver a Ciudad Nacional tuvieron un encargo, pe...