—Entonces, ¿qué vamos a hacer con Lena? — preguntó Kara, sintiendo la necesidad de abordar ese tema. Lex reflexionó brevemente antes de responder.
—Eso dependerá de cómo evolucione la situación. Por ahora, es mejor que se mantengan alejadas de ella y eviten cualquier contacto. Lena no tomará bien el hecho de que hayan sido liberadas, y podría querer vengarse. En ocasiones puede ser muy resentida.
Las chicas asintieron, comprendiendo la gravedad de la situación. A pesar de la liberación, sabían que el problema con Lena estaba lejos de resolverse.
—¿Y qué hay de nuestra relación con usted, señor Luthor? — preguntó Alex, curiosa por entender mejor su papel en todo esto. Alexander sonrió ligeramente ante su pregunta.
—Por favor, llámame, Lex. Y respecto a nuestra relación, consideren que estamos en el mismo bando por ahora. Mis intereses y los suyos están alineados en este momento. Pero, como en cualquier negocio, la lealtad puede cambiar dependiendo de las circunstancias— las palabras de Lex resonaron en la mente de las chicas. Dándose cuenta de que habían entrado en un juego peligroso con un hombre cuyas motivaciones y lealtades eran difíciles de descifrar.
Mientras tanto, en otra parte de la ciudad, Lena estaba furiosa por la traición de las chicas. Había sentido una mezcla de sorpresa y decepción al descubrir su participación en el intento de robo. Pero su enojo estaba impulsado por algo más que la traición. Había un profundo dolor en su corazón, una sensación de haber sido utilizada y engañada por aquellos en quienes confiaba.
Decidida a no dejarse vencer, se sumergió en su trabajo, utilizando su inteligencia y recursos para trazar un plan de acción contra las chicas y cualquiera que estuviera detrás de ellas. No dejaría que se salieran con la suya. Las haría pagar por haberla utilizado, principalmente Kara. Hacía tan solo unos minutos que uno de sus guardaespaldas había entrado a su oficina para darle la noticia de que las chicas habían sido liberadas. Lena era astuta, estaba decidida a encontrar respuestas y hacer justicia por su cuenta si era necesario.
—Es hora— dijo Lena hacia Hank que aún esperaba órdenes.
Kara miraba por la ventana del auto, perdida en sus pensamientos. Se sentía abrumada por la revelación de que Lena era la hermana de su "jefe", y se preguntaba cómo afectaría eso su relación con las chicas.
Diana, por otro lado, jugueteaba con un mechón de su cabello, su mente maquinando posibles estrategias para enfrentar los desafíos que se les presentaban. A pesar de su habitual actitud despreocupada y burlona, sabía que esto era peligroso y necesitaban estar un paso adelante en todo momento.
Alex, siempre la más pragmática del grupo, comenzó a trazar mentalmente un plan de acción. Sabía que necesitaban estar preparadas para cualquier eventualidad, especialmente ahora que estaban bajo la mirada de Lex y posiblemente la furia de Lena.
Finalmente, el auto se detuvo frente a un imponente edificio de oficinas, y Lex rompió el silencio con una sugerencia.
—Vamos a mi oficina. Necesitamos discutir nuestros próximos pasos y asegurarnos de que estemos preparados para lo que sea que venga.
Las chicas asintieron en silencio y siguieron a Lex fuera del auto, sabiendo que estaban entrando en un territorio desconocido y posiblemente peligroso. Al entrar en la imponente torre de oficinas, las chicas se encontraron rodeadas de un ambiente de lujo y poder. Los pisos de mármol relucían bajo la tenue luz de las lámparas de araña y el aire estaba impregnado del aroma a éxito y ambición.
Lex las condujo a través de un laberinto de pasillos hasta llegar a su despacho, una amplia sala decorada con muebles elegantes y arte contemporáneo en las paredes. Les indicó que tomaran asiento mientras él se dirigía a un mueble bar para servir bebidas.

ESTÁS LEYENDO
𝐎𝐁𝐑𝐀 𝐃𝐄 𝐀𝐑𝐓𝐄 | 𝑆𝑢𝑝𝑒𝑟𝑐𝑜𝑟𝑝 𝐴𝑈
FanfictionEn esta historia conocerán la hazaña más problemática de tres chicas. Luego de haber sido despedidas de sus respectivos trabajos, tuvieron que irse por la vía fácil. Se volvieron ladronas de arte y al volver a Ciudad Nacional tuvieron un encargo, pe...