Liliana Potter Una chica con una personalidad algo cuestionable , ambiciosa, orgullosa y sobre todo astuta. Harta de ser la sombra de su hermano, Harry Potter ; buscará la forma de sobresalir y si es necesario ser aliada del enemigo para ser vista l...
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Lili arrancó el papel que estaba colgado en la puerta y leyó una tercera vez.
—Tracey Davis —Daphne Greengrass —Pansy Parkinson —Liliana Potter
Lili resopló molesta—-¿Pansy Parkinson? —
—¿Qué haces en mi habitación?—sonó una segunda voz, detrás de ella.
La chica se volteó y rodó los ojos al ver quien era.
—Parkinson— habló indiferente y la escaneó por unos segundos.
—Potter—contesto de la misma forma —¿Qué haces en mi habitación?— repitió
—Mas bien, Nuestra habitación —corrigió la chica.
—¿Nuestra?— dijo confundida.
—Exacto, compartimos habitación—festejó de mala forma.
—Debes estar bromeando—frunció el ceño.
Liliana solo alzó los hombros y le extendió el papel, para que pudiera leerlo —No miento—
La chica le arrebato la hoja y comenzó a leerlo —Greengrass, Davis, Parkinson y... Potter.—gruño por lo bajo.
—Se que te alegra que seamos compañeras, Pero no debes ser tan expresiva —le dijo con burla.
—Muevete—chilló irritada y la empujó para abrir la puerta.
Al entrar ya se encontraba Daphne junto a otra chica, al parecer era Tracey Davis .
—¿Potter?—preguntó la rubia confundida y algo alegre.
—Greengrass—le brindo una sonrisa
—¿Qué haces aquí?.
—Seremos compañeras— le respondió Pansy de mala gana.
—¿Potter? ¿Liliana Potter?— preguntó está vez la otra chica.
La chica asintió
—Wow, un gusto conocerte. Tracey Davis.— caminó hacia ella y le ofreció su mano
—Igualmente— aceptó el saludo
—Será divertido ser compañeras, ¿No lo crees, Pansy?—Daphne se dirigió a la pelinegra.
—Escúchame muy bien, Potter —llamo su atención—que seamos compañeras no significa que seremos amigas.
—No tenía en mente ser tu amiga. ¿Tú si?— le dijo con falsa emoción.
—No estoy bromeando, te lo estoy advirtiendo — la señaló con el dedo.
—No, tu no me adviertes nada— le apartó la mano de un golpe— No me amenaces y no me señales ¿De acuerdo?— se acercó a ella y susurro —No te tengo miedo Parkinson, así que.. agarras tus cosas, no te dirijas a mi de esa manera una segunda vez, quiérete un poco y pierdete ¿Quieres?— se alejo lentamente y le dió una sonrisa.
