Liliana Potter Una chica con una personalidad algo cuestionable , ambiciosa, orgullosa y sobre todo astuta. Harta de ser la sombra de su hermano, Harry Potter ; buscará la forma de sobresalir y si es necesario ser aliada del enemigo para ser vista l...
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El sol acariciaba la piel de Liliana mientras se concentraba en la partida de ajedrez mágico. El tablero,en el suelo, brillaba con piezas que cambiaban de forma y color. A su alrededor, Draco, Theodore, Blaise y Daphne observaban con atención cada movimiento.
—Jaque mate, Malfoy —anunció Liliana con una sonrisa triunfante.
Draco bufó, fingiendo indignación. —¡Imposible! ¡Debes haber hecho trampa!
—Si quieres podemos volver a jugar —lo retó Liliana, divertida.
—Acepto— habló el rubio
—Una última ronda, chicos, hoy es el partido y no me lo quiero perder.— intervino Daphne
—Sí, si
La chica rodó los ojos
Justo cuando iban a empezar una nueva partida, escucharon unas voces familiares. Las hermanas Patil, Padma y Parvati, se acercaban con una sonrisa burlona.
—Parece que alguien está disfrutando de la compañía de los mortífagos —dijo Padma, lanzando una mirada a Draco.
El chico las miró con odio
—Al menos nosotros sabemos jugar ajedrez —respondió Blaise, sin inmutarse.
—Y tú, Liliana, ¿cómo está tu brazo? —preguntó Parvati, con una falsa preocupación.
Liliana levantó su brazo sano y lo agitó. —Ya no tengo el yeso, gracias por preguntar.
—Qué bueno que te recuperes tan rápido —dijo Padma, con un tono sarcástico—. Seguro que fue muy doloroso caerte de tú escoba
Liliana se cruzó de brazos y entrecerró sus ojos. —Accidente, Padma. Un simple accidente. ¿Verdad?
—Claro que sí —respondió Padma, rodando los ojos—. Seguro que fue un accidente tan grande como tu ego.
—Basta, chicas —interrumpió Draco, con un tono cansado—. Si vinieron solo para molestar, pueden irse.
—Ay, Draco, siempre tan protector —se burló Parvati.
—Al menos alguien se preocupa por mí —respondió Liliana, sonriendo a Draco.
Las hermanas Patil se miraron entre sí y luego se echaron a reír
—Ignóralas —dijo Theodore—. No merecen tu atención.
Liliana asintió y volvió su mirada al tablero.
Padma, con una sonrisa cruel, se acercó a Liliana.
—Imagino que debe ser duro crecer sin padres, ¿no?
—¿Aún no se van?— preguntó sin alzar la mirada y con una sonrisa
—Luego de.. ya sabes... ser asesinados por ya tú sabes quién — siguió hablando
