ESTEBAN-"Tranquilo, solo estaba crudo." Su voz no tenía ni una pizca de crítica, solo una dulce aceptación mezclada con un toque de ternura que me hizo reír.
Un silencio momentáneo cayó sobre la cocina, pero pronto fue reemplazado por carcajadas renovadas que traían consigo una sensación de calidez que superaba el simple abrazo del horno encendido. Yo, incapaz de contenerme, deje escapar una sonrisa, un reflejo espontáneo ante la observación sin filtros de Thiago sobre mis panqueques.
El eco de una puerta cerrándose abruptamente cortó las risas como un cuchillo afilado. Todos los ojos se dirigieron hacia la entrada, donde un señor de estatura imponente, con su presencia que llenó la sala. con ojos azules y calculadores, y una sonrisa, aunque rara, con la capacidad de ser tanto intimidante como encantadora.
El eco de la puerta al cerrarse con determinación se expandió por la casa, marcando un breve interludio en la alegría del momento. Los que estábamos presentes, incluyendo al personal que con diligencia se ocupaba de la casa, volteamos hacia la entrada. La silueta de mi padre se destacaba contra el contraluz, su presencia imponente parecía abrazar cada espacio de la sala. Sus ojos, reflejando un azul intenso similar al mío, inspeccionaban el entorno con una serenidad que inspiraba respeto. Y su sonrisa, aunque escasa como los eclipses que ella evocaba, poseía una singularidad que podía ser tan sobrecogedora como entrañable.
con una ceja arqueada mi padre finalmente dice
-No sabía que había reservado asientos para un espectáculo de comedia.
A pesar de estar acostumbrado a las apariciones y los comentarios agudos de mi padre, esta vez no pude ocultar la ansiedad que me causó ser el centro de atención en una situación tan inusual mientras él me observaba fijamente.
-"Padre, no sabía que llegarías temprano..."-
Mi respuesta, aunque intentaba ser calmada, no pude disimular la tensión que sentía en este momento.
Papá, con una mirada que barre la sala, se dirige hacia mi, con una voz que lleva un peso de autoridad:
-"¿Qué es esto, Esteban? ¿Así es como cuidas nuestro hogar en ausencia de tu madre?"
Me sentí abrumado y un tanto avergonzado por el comentario de mi padre. La pregunta directa y el tono de desaprobación hicieron que me sumiera en un silencio reflexivo.
Luego, con un gesto firme hacia las empleadas, dijo:
- "Ustedes, vuelvan a su servicio."
Las mujeres asienten y se dispersan rápidamente, retomando sus tareas. Sin embargo, Al ver a Morgan inmóvil, sentí una oleada de preocupación mezclada con una curiosidad protectora. Ella y yo hemos estado en tantas situaciones, como para notar las pequeñas señales de su inquietud, y eso me causaba una inesperada inquietud en mi propio pecho.
Papá, notando su resistencia, frunce el ceño y le dice con más firmeza:
-"Niña, ¿no me escuchaste?"
-yo..-
Es lo único que dice Morgan en apenas un susurro, y justamente cuando intentó hablar por ella, Thiago me interrumpe.
-Papá, ella es mi niñera," dice, con una voz clara y firme, con ojos brillantes.
Mi papá, con una mirada evaluadora, la recorre con la vista de arriba abajo. Luego, con una sonrisa condescendiente, se agacha ligeramente hacia mi hermano y, mientras le acaricia el cabello, dice:
-"¿Acaso tu niñera no tiene voz?"
Su tono es juguetón pero lleva un filo de autoridad, desafiando a Morgan a responder por ella misma.
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You Arrived
RomanceEl amor, esa fuerza que se manifiesta en las películas, libros y poemas, era para Morgan un fantasma, una sombra que nunca se materializaba. Pero cuando el amor finalmente llamó a su puerta, no vino solo; traía consigo un misterio oscuro y temible.