¡Otra vez tú!

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Se llegó el domingo, y era mi deber asistir a la fiesta que se llevaría a cabo en una de las fraternidades de la Universidad, mi aparición era importante para saber a ciencia cierta si podría mantener mi imagen y mi posición dentro de la Licenciatura, la Universidad y en la sociedad misma.

Mi padre había estado muy molesto en un principio porque su único hijo no era capaz de mantener el número uno en algo tan "sencillo" como lo eran los X-Games. Hasta el momento yo seguía entrenando en casa, sin embargo ya sabía que tenía prohibido participar de nuevo, y la excusa perfecta sería "centrarme en mis estudios". Así que debía esforzarme al triple por mantenerme como uno de los primeros lugares en la Licenciatura, y de ser posible de la Universidad.

Así que mantener ambas cosas, mi vida académica y social será casi un suicidio. Y para mí mala suerte, la única forma en que podría hacerme notar serían las reuniones, fiestas y demás organizados por los mejor posicionados, unos nefastos con los que debía relacionarme por ser hijos de quién son, y eso solo porque sus familias tienen buenas relaciones con la nuestra... Un fastidio.

Lo bueno es que Tank va conmigo.

Al llegar a la entrada ya había un olor a cigarrillo y alcohol de todos los sujetos que salían a fumar y platicar fuera de la fiesta, además de que el ruido ya se hacía notar desde una calle antes. Generalmente estás cosas están prohibidas en el Campus, pero al ser el regreso a clases oficial no tendrían problema por ser permisivos está vez.

Ok, aquí vamos de nuevo.

Entré y la música tan alta invadió mis oídos, traté de lucir lo más seguro posible, podía notar varias miradas encima de mí, pero seguí, del otro lado ya se encontraban mi habitual grupo de "amigos" quienes me saludaron con entusiasmo y haciendo señas de que nos acercaramos. Y eso hicimos.

- ¡Hey chicos! ¿Qué tal todo? - sonreí y empecé a saludar a uno por uno.

- ¡Bradley! Tanto tiempo sin vernos ¿No? Tratamos de invitarte a algunas de las reuniones durante el confinamiento, pero ya nos habían advertido de la salud de tu abuela, así que no quisimos molestar, espero que siga muy bien de salud - dijo Alec al momento de acercarse a mí y rodearme un poco con su brazo y hablando con un tono tan falso que era molesto.

Detesto a este tipo.

Alec es un chico de buena posición cuya familia tiene negocios con la nuestra, por eso y únicamente por eso lo tolero, tiene una vibra muy pesada para mí gusto. Siempre me incómoda lo evidente de sus segundas intenciones.

Continue hablando con el grupo mientras bebíamos, fui perdiendo la tensión poco a poco y empecé a disfrutar por un momento la noche, varias chicas se me acercaron para salir a bailar y acepté a una morena muy linda con un vestido que le acentuaba su figura de caderas anchas y lindas curvas. Nos besamos por el calor del momento pero después de beber tanto (y después de mucho tiempo de no haberlo hecho) ya comenzaba a sentirme mal, así que me retire con una excusa para salir a tomar aire.

Aproveche para sacar mi celular y checar si había algún mensaje.

Conversación
Brad: Que tal te la estás pasando tú? Acá ya me aburrí un poco, además creo que ya bebí demasiado

Termine de enviar el mensaje viendo a la nada mientras tomaba aire fresco,  pero escuché enseguida un sonido de notificación. Regresé mi vista a la pantalla, pero nada... Tal vez ya me estoy imaginando cosas.

Levanté mi vista un poco para observar a mi alrededor y ahí estaba, el novato, muy entretenido en su celular sentado en el césped.

¡Otra vez tú! Lo último que quiero y necesito es toparmelo de frente.

Outlaws Of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora