10. Otra Perspectiva

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Narra Duki

25/06/2022


Terminé otro faso y lo aplasté contra el suelo, sumándolo a la alarmante cantidad de colillas que se acumulaban a mi alrededor. Sabía que debía parar antes de que alguien notara el desastre que estaba causando, pero la ansiedad no me dejaba.

Por más cigarrillos que fumara, no lograba sacarme de la cabeza lo que me había pasado con Sarah hace unos minutos.


Después de que entrara de nuevo al boliche, dejándome solo con mis pensamientos, la simple idea de que ella pudiera estar con otro, que alguien más pudiera tener su amor y cuidado, me destrozaba por dentro.

No soportaba pensar que era otro quien besaba esos labios que estuve a punto de besar esa misma noche. Los celos y el arrepentimiento se mezclaban en mi pecho, formando un nudo insoportable.


Recordé el momento exacto en que nuestras miradas se cruzaron, cuando estuve a punto de acercarme lo suficiente para besarla. Pero ella se alejó, y ahora me quedaba con la amarga sensación de lo que pudo haber sido.

El arrepentimiento me consumía. ¿Por qué no había hecho algo antes? ¿Por qué la dejé ir? Ahora, esas preguntas sin respuesta me atormentaban como el mismo dia que la dejé ir, y cada cigarrillo solo añadía más humo a mi desesperación.

Miré hacia el cielo, intentando encontrar algo de calma en las estrellas, pero ni siquiera eso me ayudaba. La noche, que antes me parecía serena y llena de promesas, ahora se sentía fría y vacía.



Decidí entrar de nuevo al recinto. Era el anfitrión y no podía quedarme mucho más tiempo afuera, por más que quisiera escapar de todo.

Suspiré con desilusión antes de abrir la puerta que me llevaba de regreso a mi fiesta de cumpleaños. No tenía ganas de seguir con esto, pero sabía que debía hacerlo.




Al cruzar el umbral, el bullicio y las luces me recibieron de inmediato, pero no lograron eliminar la nube de pensamientos que me seguían. Las risas, los murmullos, la música retumbando en las paredes, todo se sentía distante, como si estuviera atrapado en una burbuja de melancolía.

Con pasos lentos y pesados, me abrí camino hacia la pista de baile, tratando de encontrar a Sarah, aunque realmente no sabía para qué. Mis ojos recorrían todos los rostros de los invitados, buscando desesperadamente el suyo, pero parecía haber desaparecido.


Sentí una mano firme tomarme del hombro. Me giré, esforzándome por mantener una sonrisa. Era mi mamá, con su mirada inquisitiva, esa que siempre parecía ver más allá de lo evidente.

—¿Por qué se fue Sarah? —preguntó de repente, con una curiosidad que dejaba claro que yo tenía algo que ver con eso.

—¿Se fue? —fruncí el ceño, sorprendido.

—Sí, la vi entrar. No tenía buena cara. Tomó a Camila y al rato se fueron. —Su tono era neutral, pero su mirada me examinaba, buscando respuestas.

—No sé, no me dijo que se iba. —dije, tratando de sonar despreocupado.

—Bueno, llamala o algo, a ver qué dice. —sugirió, sin dejar de observarme.



Asentí y me alejé, sacando el celular del bolsillo. Marqué su número, esperando que atendiera.

Antes de perderte - DukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora