Alianza

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Bien, estaba empezando a entender la lógica de la nueva historia del juego en el que se encontraba atrapado.

Suponía que también era su culpa por salirse del rol que sé supone que debía cumplir en ese mundo, pero tampoco iba a quedarse quieto dejándose morir ni tampoco iba a cometer las enfermizas acciones que su personaje hacia en la historia original.

Ahora el juego había pasado de ser un otome a un juego de aventura corriente y con esos cambios él había tomado el rol del protagonista. No era de extraerse que ninguna ruta se haya activado, el género del juego había cambiado y eso significaba que hay no habrían romances innecesarios en su camino ni preocupaciones extras.

Tras un par de semanas finalmente vio el lado bueno o "interesante" de su nueva situación, le tomo bastante dejar de refunfuñar y de quejarse al respecto, pues no era lo que quería en un principio. Pero ahora al menos había una salida del problema que los avecinaba.

La bruja y las pesadillas de lodo eran un problema muy grande sin la magia celestial de la luz, pero ahora que ha aparecido un portador - inesperadamente él - tenían una posibilidad de luchar y de ganar, probablemente.

Si lo pensaba, no había nadie mejor para aprender en poco tiempo a usar la magia de la luz, conocía todos los secretos y trucos que llevaron a la Michiko original a ser una maestra en ese ámbito.

En primer lugar se le facilitaría lo que más se le dificultó a la Michiko original y eso fue crear la "varita mágica", ya que, en la historia original tardaban mucho en descubrir la existencia de las piedras catalizadores y crear un báculo lo suficientemente potente para llegar a usar la magia en su totalidad.

Aún podía recordar lo engorroso que había sido lograr hacer el báculo perfecto dentro del juego y fuera de él. El jugo había usado varios métodos diferentes para que el jugador creará el báculo y realmente había sido un dolor de cabeza lograr la estabilidad de cantidad de piedras y demás cosas, murió varias veces - dentro de juego - antes de poder equilibrar bien el artefacto.

– Chuuya-san ¿Qué hace? – Le preguntó Shirase quien se encargaba de tare todos los materiales que Chuuya necesitaba.

– Un gran catalizador de magia, ahora que resulta que soy yo quien tiene la magia debo aprender a usarla de forma eficiente. – Respondió sin pensarlo demasiado.

– Chuuya-san es muy sabio, es increíble. – Halagó.

– He-He leído bastante, por eso se tanto... – Últimamente se descuidaba mucho y no sabía cómo disimular sus conocimientos.

Con un total de tres piedras catalizadoras de maná del mismo tamaño y una vara de madera tallada especialmente por el herrero real, finalmente podía terminar de armar la "varita mágica" que le ayudaría a aprender a usar la magia de forma correcta.

Mientras Chuuya estaba en modo creativo con sus nuevos descubrimientos, en el reino vecino había un castaño de mal humor en la tienda de la boticaria del reino.

– Extraño a Chuuya... – Murmuró recostado sobre el mostrador.

– Entonces ¿Si te gusta? – Le preguntó ella.

– No estoy seguro... En un principio solo me parecía fascinante pero ahora... Es raro. – Suspiró y se levantó lentamente. – ¿Puedes saber qué está haciendo ahora mismo?

– ¿Para estas sandeces usas la magia? – Está vez fue yosano quien suspiró y tomo la pequeña botella que albergaba el cabello de Chuuya con otros ingredientes. – ¿Cómo diablos...?

– ¿Qué sucede? – Preguntó alarmado.

– Chuuya-dono ahora está aprendiendo a usar magia. – Respondió.

– ¿Él tenía magia y no me lo dijiste? – Cuestionó malhumorado.

– No tenía magia la última vez que revisé... Es tan extraño, todo lo que sea al rededor de Chuuya-dono es un misterio... Es como si el universo mismo se moviera al rededor de él. – Dijo.

– Yo si creo que el universo se mueve al rededor de él, al menos el mío lo hace. – Confesó Osamu sonriendo suavemente.

– Ugh... Que cursi eres. – Se quejó ella dejando la botella. – Sabes... He estado pensando mucho en Chuuya-dono en los últimos días, y empiezo a creer que él no es de este mundo ¿Recuerdas que te mencioné que había una anomalía en su alma?

El príncipe simplemente asintió lentamente ante las palabras de su amiga.

– Bueno, esto me hace creerlo aún más... No sólo su alma es extraña, sus conocimientos están muy por encima de lo normal, ni siquiera los mejores eruditos de los siete reinos¹ saben tanto como él y ahora esto, una persona no adquiere la magia de repente, nace con ella. – Dijo con un tono impregnado de confusión. – Pero estoy segura de que él no tenía magia la última vez, ni cuando leí su alma o cuando lo tuve enfrente sentí rastros de maná en él, pero ahora sí hay rastros de mañana en su existencia y es como si... No sé explicarlo, es muy raro.

– ¿Eso no lo hace encantador? – Preguntó.

– Basta, basta, me provocas náuseas. – Se quejó. – Solo se precavido con Chuuya-dono, hay algo en su existencia que altera al universo mismo.

– Lo tendré en cuenta, Yoyo. – Ella volvió a suspirar frustrada y Osamu simplemente sonrió.

Después de pasará un rato más en la tienda de la boticaria, finalmente se retiró para volver al castillo.

Fue llamado por el rey de forma inmediata y fue informado que varios de los caballeros que habían sido mandados a investigar el bosque a su petición habían desaparecido.

– Hay algo extraño en ese lugar, Chuuya y su perro salieron muy heridos de allí. – Dijo.

– Me gustaría contar nuevamente con la presencia Chuuya-dono nuevamente, así que planeo firmar finalmente una alianza formal con el reino portuario e unir fuerzas con ellos para enfrentar lo que sea que haya en ese bosque, enviaré... – Osamu interrumpió a su padre.

– ¡Yo iré! – Tosió un poco para disimular. – Es decir, es mucho más formal si un miembro de la familia real se presenta para la firma de la alianza y soy el único que puede viajar hasta allá.

– Bien, le pediré a mi vocero que preparé todos los documentos necesarios y que te acompañe. – Dijo. – ¿Debería comprometerte con la princesa Michiko para la alianza?

– ¿Comprometerme? No lo veo necesario... Estamos en buenos términos con el reino portuario... – Desvió la mirada incómodo. – Además aún no hemos llevado la propuesta al rey Mori, pero... Hablaré de eso con él cuando esté allá.

El rey lo miro con una ceja alzada pero finalmente cedió ante la propuesta de su hijo, un matrimonio por conveniencia solía ser la mejor solución para las alianzas, pero Osamu parecía estar completamente encontra de casarse con la princesa de reino portuario, no entendía el porque si ella era bastante atractiva pero tampoco pensaba presionar demasiado.

Tenían muchas cosas por solucionar aún.

[🎮]

Hola

Si que sufrí escribiendo esto, no saben cuánto me costó hacerlo

Ya no es lo mismo xd

1: no recuerdo si había puesto que eran siete u ocho reinos y no recuerdo en qué capítulo lo había escrito

En fin, espero que les haya gustado

Voten y comenten por favor

Babai

Yuri

Renací como el personaje carne de cañón de un mal juego otome - Soukoku Donde viven las historias. Descúbrelo ahora