El trato de los demonios

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Diangelys: —¿Que saben del jefe? El sonido de pequeños golpes se repetía una y otra vez

Henry: —Lo perdimos 300 kilómetros al oeste, creemos que aterrizó en un parque cerca de esa zona.

Hugo: —Ya enviamos hombres a verificar.

Levantando ligeramente la mirada la chica observo las reparaciones del departamento, torció los labios dándose cuenta que el sonido nunca le iba a permitir concentrar en lo que leía, aunque la ayudo a opacar el sonido de su suspiro.

Diangelys: —Vamos a dar un paseo, tal vez lo encontremos tomando café casualmente en algún lugar, le gusta hacer eso después de todo —Como si fuera una actividad normal camino hacia el balcón, lanzándose de él hacia la inmensa cuidad.

María: —Muchas gracias señorita, por cierto ¿Como se llama este bello de aquí?

Mesera: —Oh, ese es el señor Etsu, es muy cariñoso con todos.

Katsuki: —No es por nada nerd albino, Pero ¿Qué demonios hacemos en un café de gatos?

Alex: —Hay que bello mi niño, a qué si eres bello, mira como creces cada día precioso. —En las manos del chico, un gato de tamaño mediano se retorcía jugando con él.

Mesera: —El señor Alex es un fiel cliente, aparte nos ayuda a cuidar de los gatos, esterilizarlos y tratarlos, además que a veces nos ha traído un par, como a Aki.

Los ojos de Yaoyorozu viajaron a sus propias piernas, un pequeño gato jugaba revolcándose, su collar se veía de vez en cuando.

Mesera: —Parece que le agrada, si quiere podría adoptarlo —Yaoyorozu solo le regreso una mirada confundida —piénselo, aquí les dejo lo que ordenaron, con permiso —Lentamente la chica se retiró, dejando a los chicos junto a los gatos.

Momo: —Alex, que es lo que ocurre.

Alex: —Ahg que aburridos todos aquí —El pequeño gato que sostenía el chico salto al suelo— Catatumbo regreso por mí.

Katsuki: —¿Eh, esa mafia idiota por aquí?

María: —¿Los asesinos?

Todos los clientes voltearon al escuchar dos fuertes golpes, Momo golpeó a Katsuki y Alex a María.

Momo: —Cállense, ¿acaso quieren asustar a todos aquí?

Alex: —Parece que no estudiarán para ser héroes.

Erika: —Dios míos que agresivos —La mujer solo tomaba calmadamente su bebida.

Alex: —Si, parece que tiene un problema y quieren que yo los ayude, obviamente si los ayudara las demás divisiones no me dejarían en paz.

Katsuki: —Y entonces porque no te deshaces de ellos, ya sabes, como lo hacías antes.

Momo: —¿¡Bakugo, como es posible que sugieras eso!?

María: —Exacto ¿acaso eres más psicópata de lo que pensamos?

Katsuki: —¿¡Cómo me llamaste, fotocopiadora!?

Erika: —¡No peleen en la mesa chicos! —Los muchachos se quedaron quietos al escuchar su fuerte tono de voz.

Momo: —Discúlpelos, a veces pueden ser algo impulsivos.

Alex: —Katsuki, ellos son necesarios para Venezuela, lo quieras o no, no puedo matarlos.

Un suspiro se le escapó a María, parecía perdida mirando un pequeño gato con dos mayores jugando a la distancia, cerro sus ojos por un segundo.

Boku no Vector AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora