Inicia sesión para convertirte en un héroe legendario

Capítulo 36 - 40. Inicia sesión para convertirte en un héroe legendario

Capítulo 36. ¡Las tres mujeres se reúnen!

Todo ese dinero, sumado, sirvió para comprar exitosamente esta mansión en Tomson Riviera.

En el siguiente año, Zhao Feng ralentizó su ritmo de trading. Aunque seguía obteniendo ganancias mensuales, se centró en la estabilidad, y durante ese tiempo la mansión en Tomson Riviera también se terminó de decorar.

Esa es la razón por la que Zhao Feng se mudó recientemente.

Aunque las ganancias de ese año no fueron muchas, sumadas a los fondos restantes anteriores, fueron suficientes para que Zhao Feng adquiriera esos autos Ferrari.

Así, el sistema construyó una experiencia perfecta de trading en acciones.

Además, se incrustó en el mercado de valores de Shanghái.

Mirando la interfaz de tendencias de acciones frente a él, Zhao Feng sonrió satisfecho.

¡Simplemente perfecto!

Al mirar el reloj, se dio cuenta de que había pasado casi una hora sin darse cuenta mientras estaba en el estudio.

Se dirigió directamente al dormitorio, fue al baño y se lavó la cara.

Luego se cambió de ropa.

Eran las siete y veinte en punto.

Bajó las escaleras para preparar algo de desayuno y, al pasar por la habitación donde dormían Ye Xin y Yang Zixin, Zhao Feng golpeó la puerta ligeramente: "¡Levántense, es hora del desayuno!"

Bajó las escaleras y revisó los ingredientes en el refrigerador.

Sacó un paquete de pan integral y, además, del refrigerador, tomó jamón en lonchas ya preparado.

El pan y las lonchas de jamón estaban un poco fríos.

Finalmente, tostó el pan en la tostadora.

Zhao Feng sacó una sartén para freír el jamón y también frió tres huevos. Preparó unos sándwiches sencillos de jamón con huevo.

Después de todo, freír huevos y jamón es bastante fácil.

Terminó de preparar todo rápidamente.

Zhao Feng notó que habían pasado más de veinte minutos, casi media hora, y Ye Xin y Yang Zixin aún no habían bajado.

No pudo evitar acercarse a la escalera y gritar: "¡Bajen rápido, el desayuno está listo! ¡Si no bajan, me lo comeré todo!"

Al escuchar el grito de Zhao Feng, Ye Xin y Yang Zixin rápidamente se secaron la cara.

Sin maquillaje, bajaron con la cara lavada.

Sin embargo, también era una muestra de su confianza en su belleza.

Al llegar al salón, el aroma del jamón frito atrajo sus narices.

Cuando llegaron al comedor, Zhao Feng acababa de servir tres vasos de jugo de naranja recién exprimido.

Al verlas, Zhao Feng levantó la mano y las llamó: "¡Vengan a comer! Mi habilidad culinaria es regular, así que no se quejen."

Ye Xin se sentó primero a la derecha de Zhao Feng y tomó un gran trago de jugo de naranja.

Después de beber, dijo: "¡Primo! Estamos muy agradecidas de que tú, un hombre rico, nos prepares el desayuno. ¿Cómo podríamos quejarnos? ¿Verdad, Zixin?"

Yang Zixin, sentada a la izquierda de Zhao Feng, rápidamente respondió: "¡Sí, sí! ¡Además, Zhao Da-ge (Da-ge es una forma respetuosa y afectuosa para dirigirse a un hombre en China...), lo que preparaste está muy bueno!"