Escuela BSD | Ships

Capítulo 31

Las citas dobles son algo que, de seguro, todos conocen. Justo las parejas se encontraban armando una cita doble, pues la idea se les había metido en la cabeza.

—¡Una cita donde es genial! ¿No lo crees, Chibi?

Dazai había reunido a su novio, a Atsushi y a Akutagawa para una reunión "importante", pero resultaba ser otra de sus ideas.

—Depende de lo que ellos quieran —menciona el más bajo.

—Por mí no hay problema —dice el albino —. ¿Tú qué piensas, Aku?

—Sabes que me gusta estar sólo nosotros, pero... está bien —accede el azabache —. Sólo porque tú quieres —sus mejillas se tiñen de rojo.

—¡Te amo demasiado! —se lanza para abrazar a su novio y le deja un beso en la mejilla.

—Bueno, dejen de estar noviando y empiecen a caminar, tenemos que llegar a la cafetería —habla Dazai, empezando su caminata —. Vamos, Chibi —toma de la mano a su novio y se lo lleva.

『••✎••』

Llegaron a la cafetería. Entraron al local y buscaron una mesa hasta el fondo para tener privacidad, además para no llamar la atención teniendo al loco de Dazai.

—Bien... ¿Cómo han estado? —intenta iniciar una conversación el peli naranja.

—Bien —responde la otra pareja al unísono.

Se quedaron callados un segundo hasta que el mesero se hizo presente en la mesa para tomar la orden de las parejas.

—¡Sigma! No recordaba que trabajaras aquí —exclama Dazai, mostrando una sonrisa hacia el chico.

—¿Qué van a ordenar? —ignora lo anterior dicho por el castaño y saca su pequeña libreta para anotar.

—¿Me estás ignorando?

—No. Sólo estoy cumpliendo con mi trabajo —responde, sacando también un lapicero —. Entonces, ¿qué van a pedir?

Dazai siguió haciendo su drama mientras que los otros tres ordenaron. Al final, Chuuya ordenó por Dazai, quien había dejado de insistir.

Platicaban sobre la escuela y de como les había ido en su día. Esperaron unos cuantos minutos hasta que Sigma regresó a su mesa con los pedidos en una bandeja.

—Que lo disfruten —habla el de pelo bicolor.

—¿Cómo has estado, Sigma? —pregunta el castaño.

—No tengo tiempo para responder preguntas. Además, no son los únicos de la escuela a los que tengo que aguantar —lo mira serio y se da la vuelta para retirarse.

—¿Cómo que no somos los únicos? —se pregunta Atsushi.

—Pues no, Jinko. Ahí alcanzo a ver a otros —menciona Akutagawa.

Antes de que pudieran voltear a ver, escucharon una risa que parecía ser de un demente. No tenían que ser unos genios para identificar la risa. Esa risa tan desagradable para ellos tenía un dueño...

Y, efectivamente, era Nikolai.

El albino se sería mientras abrazaba a, su ahora novio, Fyodor. En la mesa también se encontraban Tetcho y Jouno, el primero intentaba calmar al contrario para que no le metiera tremenda paliza a Nikolai.