Capítulo 24

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—¿Cómo está todo por aquí?— escuchó del médico extranjero que entraba a la habitación —Escuché algo de alboroto y vi que la familia de _____ estaba asustada.

—El riñón derecho y su hígado comenzaron a tener falla orgánica definitiva— expresó el peliazul, algo que sorprendió al otro —No van a recuperarse de esto. Necesita los trasplantes.

—¿Cuánto tiempo-...?

—Si en menos de veinticuatro horas no tiene un riñón y un hígado nuevos, esta muerta— pronunció —Diluc puede y va a donar el riñón, pero no podemos arrancarle el hígado entero a Kaeya o a Albedo.

—¿Todos dieron positivo en compatibilidad?— el otro asintió.

—Kaeya y Albedo serán donadores de sangre, pero aún necesitamos un hígado o la cirugía no va a servir para nada— aseguró —Y es obvio que el comité de trasplantes no la va a poner en prioridad por todas las demás afecciones que tiene.

—¡Pero si va contra reloj!

—Dile eso a los idiotas que negaron mi petición— mencionó, tomando su movil para realizar una llamada.

—¿Y qué es lo que-...?

—Tu hermano me debe un favor— dijo, dejando algo confuso a Baizhu.

—¿Mi hermano?, ¿Y qué es lo que Furen-...?— en ese instante, algo pareció pasarle por la cabeza, descubriendo a lo que el otro se refería —Zandik, sabes muy bien que eso es muy peligroso, ¡Más si vas a hacer el procedimiento aquí!

—Tengo un plan, no te preocupes— intervino, dejando al otro de lado al escuchar como la llamada era respondida en ese momento —Oye, tengo una situación crítica aquí y necesito un favor... Se trata de _____, necesita un trasplante urgente. Te cuento los detalles en un momento, solo dejame salir del hospital para decirte todo.

Fue lo último que escuchó se aquel hombre que rápidamente le ordenó a las enfermeras seguir monitoreando a la muchacha que seguía conectada a todos esos aparatos que la mantenían con vida, después de haber sufrido nuevamente una descompensacion en todo su organismo.

Baizhu no hizo más que observar todo aquel escenario con cierta impotencia y lastima, a la vez que miraba de reojo a los familiares de la muchacha en la sala de espera, siendo Diluc el único que faltaba entre ellos. Seguramente por estarse preparando para la cirugía.

—Tranquila, todo va a salir bien— murmuró, tomando con cuidado la débil mano de la muchacha —Ese tipo esta algo loco, pero es muy buen Doctor. Estoy seguro de que hará lo posible para que salgas de aquí lo mejor y más pronto posible, además... De verdad le importas si él está haciendo todo esto por ti.

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—Entonces, ¿Todo está bien con el bebé?— preguntó la castaña, a lo que la otra asintió —Qué alivio... Creí que podría perderlo, o que podría pasarle algo.

—Tuviste mucha suerte, después de todo, no te tocó la parte aparatosa del accidente.

—Hmm... Aún me siento bastante mal por eso— musito, bajando la mirada —Sé que no es mi culpa, pero aún así... Si yo hubiese tenido algo más de cuidado y hubiese parado antes de sentirme mareada, tal vez nada de esto hubiese pasado.

—Estoy segura de que esos chicos entenderán la situación, no te preocupes— mencionó la morena, terminando de anotar algunas cosas en el expediente de Lisa —Zandik dijo que esa chica fue una de tus pacientes, así que, con más razón podrá tomarlo con más calma.

—Eso es precisamente lo que me preocupa, que fue una de las pequeñas que traté por mucho tiempo— comentó, con una sonrisa algo melancólica —A propósito, ¿Cómo está ella y el otro chico?

—El chico aun sigue inconsciente, pero hasta el momento, esta bastante estable— dijo, sentándose a un lado de la camilla donde la otra permanecía —Por parte de _____... Ahora mismo deben estar en plena cirugía para sus trasplantes, si es que encontraron donadores.

—¿Trasplante?, ¿De qué?— preguntó preocupada.

—Hígado y Riñón. Ambos se dañaron por la septicemia y lo delicada que estaba durante el tratamiento— pronunció, dejando atónita a la otra —Su hermano, Diluc, va a donar el riñón, pero el hígado aun estaba en espera, ya que al ser una paciente con varias afecciones graves...

—El comité no aceptaría ponerla como prioridad— completó la pediatra —Dios... Espero que hayan logrado encontrar la forma de salvarla.

—Seguramente sí. Ya sabes, Zandik sabe hacer sus movidas— comentó, haciendo reír un poco a la otra.

—Sí, el siempre encuentra que hacer en estos casos, es bueno en eso— afirmó, volteando su mirada hacia la mesa que tenía al lado de ella —Es muy lindo y comprometido cuando quiere.

—...— los ojos de la peliazul se desviaron también hacía ese precioso ramo de flores que permanecía en la habitación, dejando salir un ligero suspiro de sus labios —Esas flores son muy lindas, ¿Te gustan?

—Son Rosas de Sumeru, con algunas Cecilias, una combinación que me encanta al ser plantas de mis dos hogares— dijo, colocando una linda sonrisa en sus labios —No sabía que Zandik recordaba que este tipo de flores me gustaban mucho. Fue adorable que las trajese para mí.

—... Esas flores no las trajo Zandik, Lisa— comentó, a lo que la otra le miró al instante —Él me lo dijo cuando ambos las encontramos en tu habitación. Yo también pensé que eran de parte suya.

—Pero... La tarjeta dice que son de mi Amor— mencionó, a lo que la otra se le quedó mirando —Eso quiere decir que son de Zandik, ¿No?, tal vez solo le dio vergüenza admitirlo, ya sabes como-...

—Lisa, ambas sabemos que Zandik nunca te traería un detalle de ese tipo. No es su estilo— pronunció, a lo que la otra pareció encogerse de hombros —Y, bueno, a menos de que alguien sea muy gracioso para enviar un regalo de ese tipo diciendo que es tu pareja...

En ese momento, los ojos verdes de aquella mujer parecieron desviarse por completo hacia otra parte de la habitación, al tiempo que su cuerpo parecía hacerse más pequeño, cosa que llamó por completo la atención de su amiga, notando lo nerviosa que se había puesto de un segundo a otro.

—Oh, Lisa... Es lo que estoy pensando, ¿Verdad?

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𝐓𝐞𝐚𝐜𝐡𝐞𝐫'𝐬 𝐏𝐞𝐭 - Dottore/ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora