Capítulo 3

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—¿_____?— escuchó de aquel chico que se acercaba a ella, asustándola ligeramente —¿Qué haces aquí?, creí que estabas con Albedo y los demás.

—¡Al-haitham!, Oh, bueno, yo... Solo estaba pensando algunas cosas y... Quería estar sola un rato— respondió, notándose algo decaída en ese momento —¿Ibas con ellos?

—Sí, ya sabes, Kaveh siempre me insiste en que debo socializar un poco más y... Prefiero cumplirle sus caprichos a tenerlo encima de mí todo el tiempo— aclaró sin mucha importancia —¿Tú no piensas ir con ellos también?

—Tal vez en un rato. Ahora mismo no me siento muy bien y no los quiero incomodar.

—Hmm... ¿Porqué los incomodarías?, son tus amigos, ¿No?

La mirada de la chica volvió a centrarse en ese chico una vez más, notando como el parecía de lo más tranquilo al decir todas esas cosas que, en otros casos, o con otras personas, cualquier diría que estaba siendo un insensible o alguien bastante borde al decirlo con esa tranquilidad.

Sin embargo, ella no lo tomaba como algo malo, si no como que, simplemente, el otro no entendía muy bien, o tal vez no se daba cuenta, de su estado emocional en ese momento, por más que su rostro lo demostrase.

—No me siento muy bien ahora, y creo que no podría conversar con ellos como siempre. Me gustaría estar un rato sola en lo que pasa eso— aclaró con tranquilidad, a lo que el otro por fin pareció entender un poco más la situación.

—Oh... ya veo...— dijo, acercándose un poco más a ella —Pero, ¿Estas bien si estás sola?

—Sí, supongo— respondió, agachando su mirada una vez más.

Después de unos segundos, escuchó como Al-haitham comenzaba a caminar una vez más, pensando que por fin seguiría su camino para lograr encontrarse con sus amigos, hasta que, sin poder esperarlo, sintió como el otro terminaba por sentarse a su lado, aún con esa mirada algo seria pero más amigable que minutos antes.

Ella estaba un tanto confundida por las acciones del otro, hasta que este pareció mirarle a los ojos, haciéndola sentir un tanto nerviosa al no saber que decir o hacer. Aquello era demasiado repentino.

—Kaveh siempre dice que cuando una persona esta triste, lo mejor sería que alguien la acompañe hasta que se sienta mejor— mencionó el otro, confundiendo un poco a la chica —No sé porque estés así, pero si no quieres estar con tus amigos, tal vez sea bueno que estés con alguien más para que no te sientas... Sola.

—...— ella no dijo nada, si no que solo desvió un poco su mirada, relajando un poco más su semblante ante las palabras del otro, que parecían ser dichas con sinceridad.

Algunos momentos después, escuchó como el mismo chico parecía sacar algo de su mochila, siendo aquello una especie de dulce o pan confitado que esta prácticamente entero dentro de su empaque, ofreciéndoselo a la muchacha.

—¿No lo quieres?, las cosas dulces suelen poner de mejores ánimos a las personas— mencionó, llamando la atención de la otra.

—O-Oh, no es necesario, Haitham... Yo estoy bien, no quisiera quitarte algo de-...

—Es que, bueno, tampoco es que me lo vaya a comer. Planeaba dárselo a Kaveh de todas formas— aclaró —Esta bastante dulce, y a mi no me gustan las cosas que me empalagan tanto, así que... Puedes tomarlo sin problema.

—... Gracias— dijo, tomando aquel postre entre sus manos para entonces darle una pequeña mordida, quedándose más que fascinada por su delicioso sabor a chocolate y almendras, haciéndola parecer algo más feliz en solo cuestión de segundos.

—Que bueno que te guste— expresó el otro, a lo que la chica asentía con cuidado, dando un par de mordidas más.

Al verla cambiar de ese semblante triste y desanimado, a uno algo más alegre y animado, el chico pareció sonreír levemente, manteniéndose a su lado sin decir absolutamente nada más, solo limitándose a esperar a que terminase su postre y acompañarla un rato más.

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𝐓𝐞𝐚𝐜𝐡𝐞𝐫'𝐬 𝐏𝐞𝐭 - Dottore/ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora