Capítulo 16

224 25 10
                                    

•●•

•●•

•●•

• • •「◆」• • •

—Hace mucho que no salíamos a cenar de esta forma— expresó con cierto entusiasmo esa hermosa mujer de cabellos castaños —Creo que, incluso han pasado años desde la última vez.

—Bueno, ¿Algún día teníamos que volver a salir por ahí como en los viejos tiempos, verdad?— respondió su pareja, entregándole los menús al mesero que los atendía después de haber pedido su comida —Es un día bastante agradable, y por fin tengo un descanso de mis trabajos y los problemas que he tenido últimamente.

—Me alegra mucho que al final hayan logrado resolver ese tema, de verdad— añadió la fémina —Tanto por ti, como por la pequeña _____. Me imagino lo preocupada que debió de haber estado ella.

—¿Pequeña?, acabas de darla de alta de tus pacientes porque ya ha cumplido la mayoría de edad— dijo, con cierta gracia.

—Para mí sigue siendo una pequeña. _____ es una de las chicas más lindas y dulces que he atendido en mis años como Pediatra— agregó con algo de dulzura —Y ahora que la volví a ver en la Universidad, sigue siendo tan tierna como siempre, ¡Es como si siguiera siendo esa niña que conocí hace tiempo!

—Hmm... Sí, supongo que tendrás algo de razón.

Después de ese comentario, el hombre había hecho lo posible por cambiar de tema de conversación. Esa noche era demasiado tranquila como para arruinarlo de esa forma tan absurda.

Una cena en un bonito restaurante en la Ciudad. Ese había sido el plan de Zandik que había realizado después de llevar varias semanas escuchando y viendo las indirectas que su esposa le había dado a través de sus comentarios acerca de sus casi nulas salidas como pareja en esos últimos años.

Él había estado reacio en todo ese tiempo debido a que no era muy de su agrado el salir a esos sitios y en ese tipo de circunstancias si no lo necesitaba. Siempre prefería preparar algo sencillo en su hogar, compartir algo de tiempo con Lisa en cosas simples.

Pero él bien sabía la clase de mujer que era la castaña, y a pesar de también ser muy modesta en la mayoría de las ocasiones, ella también quería sentir que el que se suponía que era el "hombre de su vida", le tomase en cuenta para planes un poco más elaborados e íntimos.

Bueno, al menos en esa ocasión también podría relajarse un poco y dejar de lado todo lo que había ocurrido en esa semana tan turbulenta que había tenido en su trabajo como profesor. Así, al menos mataba dos pájaros de un tiro.

Despues de un tiempo donde sus entradas y primeras bebidas llegaban a su mesa, ambos se mantuvieron conversando un poco de temas de su interés, aunque era claro que su mujer era quien más terminaba hablando entre los dos.

Sin embargo, tenía que admitir que él mismo se distraía un poco de vez en cuando en plena conversación, cosa que, al final, le hacía sentirse un tanto mal por su esposa.

Y es que a pesar de que ambos habían logrado mantener su matrimonio después de lo que había ocurrido tres años atrás, la realidad era que Zandik, con cada año o mes que pasaba, solía sentirse aún más abrumado o perdido en esa relación.

Lo había intentado, realmente lo había hecho, pero era imposible negar que esa relación estaba completamente desecha, al menos para él.

Era incluso hasta algo deprimente el pensar que, lo único que se mantenía a flote para ambos, era en el ámbito sexual. Más allá de eso, solo Lisa era capaz de creer que los dos seguían tan bien como siempre, y tomar la indiferencia o desinterés de Zandik como algo "normal" en él.

Algunos minutos después de haber logrado mantener una conversación sencilla con su mujer, algo pareció haber llamado la atención del peliazul en otra parte de ese elegante restaurante, más que nada al escuchar cierta voz a la distancia que, sin duda, había reconocido.

Sin que Lisa se diese apenas cuenta, los ojos rojizos se Zandik se habían paseado por todo ese lugar, hasta que, después de unos momentos, había logrado enfocar su mirada hasta un punto en común.

Aquella mesa donde se encontraban tanto esa preciosa chica, como ese desconocido muchacho, charlando mientras apenas eran atendidos de entrada por su mesera para entregarles los menús.

Era _____. Esa preciosa chica estaba ahí, con ese vestido veraniego que le quedaba a la perfección, ese bonito peinado, y su maquillaje que lograba resaltar su belleza inocente y natural.

Se veía mucho más hermosa de lo que alguna vez la había visto.

Segundos después, sus ojos habían cambiado de posición, hasta ir hacia ese chico que la acompañaba, notando como este le miraba más que embelesado en cuanto ella se había distraído para buscar su comida en el menú.

Esa mirada... Como la de cualquier persona que mira a quien le ha cautivado con su ser y su belleza.

Esa mirada... Que estaba sobre esa chica tan hermosa, y que, por alguna razón... Le hacía hervir la sangre al pensar en que ese tipo estaba realmente interesado en ella de esa forma.

...

¿Qué era lo que estaba pensando?

—Zandik, amor... ¡Zandik!— escuchó de parte de su esposa, saliendo de sus pensamientos en ese instante —¿De nuevo por la nubes, cielo?

—Lo siento, creo que me quedé pensando en otras cosas sin importancia— pronunció, despavilandose un poco —¿Qué me decías, querida?

—Oh, bueno... Es que, te decía que... Quería decirte algo, Zandik...— murmuró, pareciendo algo estusiasmada en ese momento, llamando la atención del otro.

—¿Ah sí?, ¿Y qué es eso que quieres decirme?, que veo que es algo que te pone feliz— dijo, haciendo que la otra sonriese aun más.

—Bueno, pues... Creo que es algo muy bueno para ambos— aclaró, manteniendo aún más la atención de su pareja —Y bueno, cielo... ¡Estoy embarazada!

Lo siguiente que se escuchó en aquel sitio, fue aquella copa de cristal rompiéndose en pedazo al haber sido impactada sobre el piso después de que aquel hombre la soltase de repente, derramando con ello el poco vino que quedaba en su interior.

Y con ello, también se había quedado aquella imagen completamente atonita en los ojos del médico, que apenas si podía reaccionar ante lo que había escuchado de la voz de su esposa.

• • •「◆」• • •

•●•

•●•

•●•

𝐓𝐞𝐚𝐜𝐡𝐞𝐫'𝐬 𝐏𝐞𝐭 - Dottore/ReaderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora