Capitulo 11

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CAPITULO 11

Loren aun no terminaba de sacar las cosas de la mudanza cuando escucho el timbre de su nueva casa sonar, lo que se le hizo extraño ya que nadie sabía que se habían cambiado de casa. Dejo los vasos en la isla de su cocina, ya que en ese momento estaba acomodando las cosas de la cocina y fue hacia la entrada para ver quién era.

En el camino se encontró a su esposo quien cuidaba de su pequeña, le dio un beso y siguió con su camino a la puerta. Fue grande su sorpresa al encontrarse a Steve ahí, parado y con una gran sonrisa.

-Wau Loren, tu casa es sorprendente. Supongo que tu esposo trabaja exhaustivamente para darte esto ¿no?- lo vio confundida, primero no sabía que hacia ahí y segundo que se creía él para venirle a decir esas cosas.

-¿Qué quieres Steve?- estaba consciente que fue en parte su culpa que su amiga ya no volviera a hablar con él porque bien que él la había buscado dos días después de su rompimiento pero ella no quería que él se acercara a su amiga, nunca.

-Linda bienvenida, me gusta. Creo que me debes una muy grande Loren, pero lo dejare pasar si me dices donde esta ella- sintió a su esposo detrás de ella.

-¿Steve? ¿Qué haces en mi casa?- puede que no la hayan comprado con su propio dinero pero era su casa después de todo, Steve en cambio siguió sonriendo a pesar de los malos tratos por los que antes eran sus amigos.

-Nada, solo les vine a preguntar dónde estaba ella. He estado considerando ir a visitarla, saber cómo esta...ya saben, cosas de ex novios- ambos se sentían inseguros con la presencia de Steve ahí pero no se lo hicieron saber.

-Ella está casada Steve, no creo que debas ir a visitarla- le dijo Loren de lo más calmada que pudo –De cualquier forma, no sé donde está. La última vez que hable con ella fue hace un mes y me dijo que iba a salir para darse unas largas vacaciones con Dimitri, su esposo, en España y que en una de esas se quedaban a vivir ahí. De eso no sé nada más.- su esposo sabia que Loren mentía pero él tampoco quería que Steve fuera a molestar a sus amigos y sabrá Dios que es lo que tenía en mente en realidad.

-¿En serio? Que lastima- aunque en realidad él no parecía tan desilusionado, al contrario seguía sonriendo como si nada –Bueno, espero que sigan disfrutando de su nueva casa pero antes de irme ¿Cómo esta su pequeñita? Si no me equivoco ya casi tiene un año ¿no?- Loren se tenso al notar como era el tono de voz de Steve, ese no traía buenas intenciones.

-Ella está bien, gracias por preguntar. Steve tenemos cosas que hacer, como tú has dicho es nueva la casa y nos seguimos mudando, si nos permites- intento cerrar la puerta pero Steve lo impidió.

-Sólo una cosa más y me voy. Seguimos siendo amigos ¿no?- ambos asintieron –Bueno ahora si me voy, adiós- se alejo de ahí con una sonrisa aun es su cara, eso a ambos les dio un poco de miedo.

Loren cerró la puerta con seguro y puso la alarma de su casa, solo era precaución no es que fuera paranoica...para nada.

-Muy lindo pero tengo que ir a cerrar la reja, amor- le dijo Oliver desactivando la alarma –No tardo- le dijo este tomando las llaves y cerrando.

Loren no estaba tranquila, sabía que tenía que informarle de esto a su amiga pero lo haría tan pronto ella regresara de su luna de miel. Pensando en eso no pudo evitar sonreír ya que su amiga no le había hablado lo que significa que si estaba teniendo una luna de miel con Dimitri a pesar de todo.

Espero a que su esposo regresara y ahora si cerro todo con alarma. Fue a la cocina terminando de arreglar lo que le faltaba mientras veía a su esposo con su pequeña en la sala viendo la televisión. Desde donde ella se encontraba podía verse hasta el jardín trasero ya que no había puertas, solamente un cristal que se baja únicamente cuando llovía para que los muebles no se mojaran. También veía la piscina la cual estaba rodeada de protección para que su pequeña no se fuera a caer o se metiera a esa parte de la casa sin supervisión.

Realmente estaba feliz ahora, sabía que no era solamente por lo material. Sino que por su familia, su esposo y su hija. Los iba a tener a todos juntos.



Merry estaba más que feliz, aunque estaba cansada físicamente. Parecía que Dimitri nunca estaba satisfecho...bueno en realidad ella tampoco pero aun así estaba cansada y feliz. Sin mencionar que no podía dormir porque recordaba que este día  iba a ser el último en estar ahí y quería disfrutarlo al máximo con Dimitri. Todavía era temprano, de hecho demasiado temprano, Dimitri descansaba a su lado dormido y ella ahí despierta, no podía dejar de pensar sabia que ninguno de los dos habían declarado su amor y no es que ella fuera a dar el primer paso pero con esto tan siquiera su matrimonio había sido un poco salvado.

No sabía que iba a pasar al llegar a Canadá y como iban a resulta las cosas pero hoy lo único que tenía en mente era disfrutar este día al máximo. Ella mantenía los ojos cerrados esperando que así pudiera dormir pero fue cuando sintió los labios de Dimitri sobre los suyos insistentes en que le diera permiso a su lengua entrar.

-¿Qué haces?- logro decir aun con los labios de Dimitri sobre los suyos.

-Despertarte- le devolvió el beso y fue cuando él se separo.

-Creo que todavía es demasiado temprano incluso para ti- Dimitri le sonrió.

-Lo sé...estaba pensando anoche mientras tú y yo teníamos relaciones sexuales...-rodo los ojos, odiaba que él hiciera eso y sabia que él lo hacía solo para molestarla –...que tal vez te gustaría ir a ver el amanecer en la playa.

-Mmm...no...tengo sueño- aunque en realidad no había podido dormir durante un buen rato.

-Párate, vamos- vio a Dimitri pararse y ponerse sus bermudas –Anda Merry, no quiero sacarte como Dios te mando al mundo- aunque se sonrojo un poco sonrió.

-Realmente no le veo el problema, no hay nadie en la playa después de todo ¿no?- Dimitri camino hacia ella y la saco de la cama cargándola –No me respondiste.

-Prefiero guardarme mis comentarios- la bajo y Merry fue por su ropa y un vestido blanco para ponérselo, cuando estaba cerrando el cierre sintió a Dimitri atrás de ella y le subió el cierre.

-Gracias- iba a voltearse para salir sin embargo Dimitri no se lo permitió abrazándola y dándole pequeños besos en la espalda –Así no vamos a salir a ver a tiempo el amanecer ¿sabes?

-Es realmente complicado para mí contenerme.

-¿Hacemos algo?- se volteo aun con los brazos de Dimitri rodeándola – ¿Qué te parece si salimos y vemos el amanecer? Así...evitas que me sienta más envarada por el exceso de ejercicio de estos días ¿Qué dices?- eso lo decía ya que en realidad nunca hacia tanto ejercicio y bueno...él realmente la mantenía ocupada casi todo el día durante la semana y media que llevaban ahí.

-Que...tal vez te deje por un par de horas. Mientras iremos a ver el amanecer- antes de que pudiera decirle algo Dimitri la cargo hasta la playa y ahí observaron juntos el amanecer.

¿Amor a primera vista?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora