Narrador:
Los papás de Dulce y Anahí no habían podido volver, habían perdido el vuelo, pero gracias a Dios no lo tomaron, ya que el avión sufrió una grabe turbulencia, provocando que se estrellara.
Alejandro llevaba una semana viviendo con las chicas.
Dulce: -Te amo.
Dulce abrazó a su novio, él le dedicó una sonrisa y besó su frente para luego quedarse dormidos.
(...)
Mientras en la habitación de al lado, Alejandro y Anahí no habían podido conciliar el sueño.
Alejandro: -¡Déjame dormir, Any!, ¡Necesito mis horas de belleza!.
Alejandro bromeó y Anahí le lanzó una almohada, Alejandro no se quedó atrás, por lo que se subió encima de Anahí y comenzó a golpear levemente la cara de la chica con la almohada, provocando carcajadas ahogadas para no despertar a sus mejores amigos en la otra habitación.
Anahí: -Hey...y...ya basta.
Dijo Anahí ahogada. Alejandro se detuvo y se quedó mirándola fijamente por unos segundos, ambos dedicándose dulces sonrisas.
Anahí: -A...Alex...
Anahí se acomodó un poco incómoda.
Alejandro: -Oh, si si, lo siento.
Alejandro se bajó de encima de la chica y le regaló una sonrisa avergonzada.
Anahí: -Tengo miedo, Alex.
Anahí habló después de unos segundos.
Alejandro: -¿De qué, Any?.
Alejandro le acomodó un mechón de pelo.
Anahí: -De enamorarme de ti.
Alejandro: -No tienes porque tenerlo.
El chico le acarició la mejilla con dulzura.
Anahí: -¿Porqué?.
Anahí lo miró tímidamente.
Alejandro: -Porque tenemos el mismo miedo.
Alejandro se acercó y besó la frente de la rubia para luego abrazarla.