Capítulo 13: Textos

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El golpe fue tan fuerte que tiró a Natsu al suelo, boca arriba con su nariz sangrando y múltiples moretones en el rostro. Jadeaba agónicamente, la pelea estaba siendo muy dura para él.

— ¡Vamos, Natsu! ¡Levántate! — Le gritaban los demás mientras del club, que estaban amontonados alrededor para presenciar la pelea.

Rogue, por su parte, se sentó firmemente sobre su cintura para golpear a Natsu repetidamente en la cara, sacándole sangre y golpeándolo con tanta intensidad que parecía que iba a sacarle un diente — ¡¿Eso es lo mejor que tienes, rosado?! ¡Con razón tu hermano tardó tanto en traerte aquí!

— ¡Wooooo! — Gritaron todos los del club.

Pero justo en ese momento Natsu aprovechó para meter su mano derecha debajo del entrepierna de Rogue y darle un golpe tan potente que lo hizo caer al suelo adolorido, quejandose agónicamente por el dolor.

— ¡WOOOOOOOOOOO! — Gritaron todos de nuevo.

Natsu se puso de pie y desde allí vio a Rogue tirado en el piso, quejándose de dolor mientras mantenía los ojos cerrados. Aquello lo hizo agachar la mirada algo nervioso — Yo no... umm... Lo siento si me pasé.

— Tranquilo... Está bien... No incumpliste ningúna regla... — Le calmó Rogue — Ya fue suficiente... Alto...

— ¡Fin de la pelea! — Anunció una chica de cabello blanco al escuchar a Rogue decir alto, pues esa era la señal para finalizar las peleas.

Natsu salió de la arena de pelea para dar pie a la siguiente lucha. Se acercó a uno de los autos cercanos, donde había dejado su botella de agua. Bebió ininterrumpidamente hasta acabarla toda, ya que la sed después de una pelea era agobiante. Tras eso, agarró su toalla para limpiarse el sudor.

Sting se acercó a él con los brazos cruzados — Quién diría que para derrotar a Rogue tendrías que recurrir a una táctica tan sucia.

El pelirrosa agachó la mirada — No era mi intención, no pensé bien las cosas y...

— No te preocupes, es comprensible. — Le dijo Sting, lanzándole una ligera sonrisa que tranquilizó a su amigo — En una pelea lo más importante es la velocidad. Tú simplemente aplicaste ese consejo.

— Bueno, si. Es tan importante como protegerse la cara o tener buenos reflejos. — Contestó, dándole la razón.

— Aprendiste bien. Por cierto, tu teléfono vibró mientras peleabas, parece que alguien te escribió. — Le dijo, pasandole su celular a Natsu — Ahora iré a ver la siguiente pelea por si me necesitas.

—Oh, bueno, gracias. — Dijo Natsu, recibiendo el telefono extrañado.

Él estaba en el club de pelea ahí mismo, y fuera del club no se hablaba con nadie aparte de Zeref o Igneel. Y eso solo pasaba de vez en cuando, por lo que saber que alguien le había escrito le pareció extraño. Abrió su telefono rapidamente, a medida que la curiosidad crecía en su interior.

Grande fue su sorpresa cuando vio que Lucy le había escrito un mensaje. Tanto fue así, que sintió como su corazón se detenía por unos instantes.

"¿Lucy?" Pensó impactado. De inmediato abrió el contacto para ver que le había escrito.

Lucy Heartofilia

Lucy: Hola Natsu

Lucy: Soy Lucy, la rubia. Hace mucho que no hablamos. ¿Aún te acuerdas de mi?

Aquellas palabras hicieron que el corazón de Natsu se estremeciera. Él le había pedido que se alejara y eso hizo, pero ahora regresaba. ¿Por qué? ¿Qué había pasado? ¿Qué había cambiado?

Cuando nadie veDonde viven las historias. Descúbrelo ahora