Capítulo 4: Historias

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Los estudiantes del salón A y B se congregaron en el gimnasio de la secundaria Fairy Tail. Los del A, liderados por Erza, estaban en las gradas a la izquierda de la cancha. Los del B, liderados por Mirajane, estaban en las gradas a la derecha de la cancha. En el centro de la cancha estaba el director Gildarts, junto a los maestros Makarov, Cana y Porlyusca.

Él agarró un micrófono y habló — Alumnos... ¡HOY COMIENZA LA GUERRA DE SALONES! — Gritó, a lo que todos los estudiantes saltaron sobre sus gradas emocionados de no tener más clase — A partir de hoy, los salones A y B tendrán distintas competencias cada día. Cada competencia les dará puntos. El salón que haya obtenido más puntos al final, ganará y todos sus estudiantes pasarán el año. Los que pierdan, tendrán que hacer un examen de ocho horas para pasar. Así que, ¡esfuércense al máximo!

— SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII — Gritaron todos los alumnos llenos de determinación y ansias de ganar. Después de todo, nadie quería hacer un exámen de ocho horas.

Lucy, que estaba en la gradería de Decimo A, se sintió abrumada ante el alboroto. Todos los alumnos gritaban, saltaban y chocaban entre si para celebrar. Ella se tuvo que agarrar de Erza, ya que la pobre Levy se había caído hacía ya un largo rato. Con intriga, ella se acercó a la presidenta de la clase para preguntarle — ¿Realmente esto es legal?

Erza se encogió de hombros — El gobierno dice que cada escuela tiene libertad de enseñar como quiera, así que no está mal. — Ella le sonrió fraternalmente a Lucy — Será mejor que te acostumbres. Así es el estilo de Fairy Tail, cualquier cosa puede pasar en cualquier momento. ¿Entendido?

La rubia soltó una ligera risa y asintió — Entendido.

— ¿Cómo eran las cosas en la secundaria Sabertooth, por cierto? — Preguntó Erza con gran curiosidad.

— Eran muy diferentes. Allá hacíamos muchas excursiones... demasiadas. Según ellos, los jovenes socializan y aprenden mejor cuando van de aventuras. Por eso solíamos viajar a muchas partes. A la isla Tenrou, a Haegon, a Crocus. ¡Una vez incluso fuimos a Alakitasia!

Erza quedó impactada — Eso suena muy divertido.

— Lo era, demasiado. — Admitió Lucy con una sonrisa nostalgica.

— ¿Entonces, por qué cambiaste de escuela si la pasabas tan bien allá? — Preguntó Erza con preocupación.

De inmediato Lucy quedó en blanco.

"¿Por qué? ¿Por qué me haces esto Lucy?" Aquel recuerdo la atormentaba "¿Cómo puedes terminar con todo de esta forma? ¿En serio crees que soy esa clase de persona?"

La razón por la que había abandonado Sabertooth, la acechaba todos los días desde que había tenido esa conversación con el chico de sus sueños, pero que ahora era tan solo un triste y amargo recuerdo. Un arco en su historia que quería olvidar.

— ¿Lucy? — Preguntó Erza con algo de preocupación — ¿Estás bien?

— Oh, ¡si! — Lucy volvió a la realidad — Es solo que... prefiero no hablar de eso.

Erza asintió con comprensión — Está bien.

El presidente Gildarts volvió a hablar — Esta semana se llevarán a cabo las competiciones de fútbol, basquetbol y natación. ¡Los que no estén involucrados en esas competencias, vayan a entrenar!

Luego de ese anuncio, los alumnos detuvieron su alboroto y se pararon de las graderías para caminar a sus respectivas competencias o lugares de entrenamiento. Lucy ayudó a Levy a levantarse, luego caminaron hasta unirse a Jellal y los tres caminaron juntos hacia el club de literatura.

Cuando nadie veDonde viven las historias. Descúbrelo ahora