Lorenzo Berkshire +18

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Contexto: Lorenzo se pone celoso después de oír a los demás hablar de ti, así que quiere que te oigan gritar su nombre..


- Enzo... - suspiraste cuando dejó de morderte el cuello y te abrió las piernas.


Cómo hemos llegado hasta aquí, bueno, todos sabemos que Lorenzo es muy, muy celoso.

Las paredes a veces pueden ser un poco finas, y hace unas horas escuchó a dos chicos en la habitación de al lado hablando de ti. De lo guapa que estabas con las piernas abiertas, de cómo deseaban poder besarte y marcarte todo... Eso le enfadó. Pero tranquila, contigo no. Sólo quiere demostrarles que eres suya. Así que te dijo que quería verte, y se aseguró de que los chicos que hablaban de ti estuvieran en la habitación de al lado, para que las finas paredes lo hicieran a la vez y pudieran oírte. Cuando llegaste, una cosa llevó a la otra y aquí estamos ahora...

Tu cuello y tu pecho llenos de marcas moradas y rojas, sus dientes surcando tu piel, mientras te separaba las piernas y tus bragas desaparecían en algún lugar de la habitación.


Normalmente habrían puesto un hechizo silenciador justo ahora, pero no. Quería que te oyeran gemir su nombre. Empezó a dejar besos por tus muslos, chupando la piel caliente, probablemente dejando marcas allí también. Acababa de marcarte los muslos, pero estabas desnuda delante de él y necesitabas que siguiera, que hiciera algo más o llorarías de lo desesperada que estabas.


- Lorenzo... - te quejaste formando un puchero en tus labios.


- Cálmate y ten paciencia - te ordenó.


- Me estoy desesperada, por favor.. por favor, Enzo... -


- Desesperada, ¿eh? -


Lo siguiente que sentiste fue su lengua rodeando tu clítoris. Abriste la boca, aunque no podías emitir ningún sonido. Él no te dio tiempo, empezó a chuparte el clítoris rápidamente, mientras te pellizcaba los muslos con ambas manos. Tus manos viajaron hasta su pelo, comenzando a tirar suavemente de él. En ese acto, Lorenzo dejó escapar un ronco gemido, enviando vibraciones a tu intimidad mientras te lamía por todas partes.


- Oh, Dios... - gemiste, con la respiración entrecortada y tu pecho subiendo y bajando.


Lorenzo estaba disfrutando de la sensación, inclinándose más para profundizar su succión, haciéndote creer que casi veías las estrellas. Su lengua daba vueltas y vueltas alrededor de tu manojo de nervios, chupaba, chupaba y lo mordisqueaba entre sus dientes. Era increíble. 


- Enzo, Enzo, Enzo, Enzo... - repetías entre muchas otras cosas más incoherencias. 


Él no dejaba de mirarte, te veías tan pero tan hermosa desde allí. Con tus pechos bajando y subiendo por lo agitada que estabas, tu ceño fruncido, tus ojos cerrados, tus mejillas calientes y rojas, y tus hermosos labios húmedos. Joder, ¿quién no querría estar en tu lugar ahora mismo?


Sin dejar de comerte, soltó uno de tus muslos y estiró el brazo hasta que su mano llegó a tu cara.Contorneó tus labios hinchados con el pulgar y tú abriste los ojos, estableciendo contacto visual con él. Sin apartar la mirada, llevó dos de sus dedos a tu boca y los recibiste con calidez. Rodeaste sus dedos con la lengua y gemiste mientras él seguía chupándote el clítoris. Una vez que sus dedos estuvieron empapados de tu saliva, los sacó de tu boca y los bajó a su altura. Se burló un poco, haciendo movimientos lentos con la lengua, y antes de que pudieras quejarte, deslizó los dos dedos dentro de ti.  Vio cómo ponías los ojos en blanco y sintió cómo se tensaban tus paredes. Empaló los dedos más profundamente, curvándolos a medida que empujaba. Se aseguró de que sus dos dedos fueran lo bastante profundos para estimular tu punto G y empezó a frotar con ellos intensamente. Echaste la cabeza hacia atrás, repitiendo su nombre una y otra vez. Estaba tan absorto en lo que hacía que se olvidó de todo lo que había alrededor, de su objetivo inicial, que era que los demás escucharan..... Ahora sólo quería oírte él, no le importaban los demás.

Slytherin boy's (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora