No estás sola

25 5 8
                                    

Mi vida era de nuevo un asco. Todo había comenzado con las pequeñas perversiones de Raúl: el tema de atarme, lo de obligarme a llevar un juguete en público... Lo encontré divertido al principio. Era un poco raro, pero, oye, no pasa nada por ser aventurera. Había sido una prostituta de lujo y ahora solo tenía que satisfacer las perversiones de un tío...

La cosa no empezó ahí, cada día era un poco peor, él se enfadaba, decía que no le prestaba toda mi atención. Montaba en cólera si llamaba a alguien , si intentaba salir con mis amigas... perdí totalmente el contacto con las chicas del super.

Cada vez que me hablaba, me acusaba de algo nuevo, falta de cariño, no querer dedicarle toda mi atención y comencé a sentir una culpabilidad abrumadora. De pronto todo era mi culpa y yo estaba convencida de que en efecto. En nuestra relación todos los problemas eran por mi culpa.

Cuando me quise dar cuenta, ya no tenía móvil. El me lo chequeaba constantemente buscando alguna muestra de infidelidad y al final decidí entregárselo para aplacar sus dudas. La seguridad que me brindaba tener pareja bien merecía el sacrificio de quedar incomunicada de mi vida de mis amigos...

Pronto me di cuenta de la terrible realidad. Antes de darme cuenta, me había convertido en la puta de Raúl. ¿Qué diferencia hay entre serlo por dinero o serlo de un tío? Antes, por lo menos, el dinero me daba una ilusión de elección. Ahora Raúl me follaba cómo y cuando quería, y yo anhelaba que lo hiciera.

Mis días eran aterradores. No pasó mucho hasta que Raúl decidió que no necesitaba mi carrera de streamer, y prácticamente me encerró en su casa. Vivíamos en una casa grande en las afueras de Madrid. Él disfrutaba teniéndome allí, sola, anhelante.

¡Dios!, no podía pensar en otra cosa que en su polla penetrándome. No había dejado ningún agujero por el que no me la metiera, y lo peor era que me daba asco, pero al mismo tiempo me excitaba tanto que daba mi sufrimiento por bueno. Había caído sin proponérmelo en una prisión de deseo provocado por mis apetitos femeninos.

Raúl podía hacer conmigo lo que quisiera. Un día me despertó temprano, susurrándome al oído.

—Hoy vamos a hacer algo especial, mi pequeña puta —me dijo, sus palabras llenas de una mezcla de promesa y amenaza.

Me llevó al dormitorio y me ató las muñecas y los tobillos con fuerza. Luego me empujó dentro de una maleta, tras amordazarme, en un espacio reducido y oscuro donde apenas podía moverme. Me colocó un consolador vibrador dentro y encendió el dispositivo al máximo.

—Quédate quieta y disfruta, perrita —susurró antes de cerrar la maleta con un chasquido final.

La oscuridad era total y el espacio, claustrofóbico. Podía escuchar los ruidos afuera, las conversaciones, el sonido de las ruedas de la maleta siendo arrastradas por el suelo. Mi cuerpo se movía contra los bordes rígidos de el recipiente, pero podía sentir perfectamente cómo se movía todo. Escuché como un hombre levaba la maleta mientras se quejaba a otro de lo que pesaba la condenada. Otro bromeó que a lo mejor llevaba un cadáver. Sentí la maleta volar levemente mientras la arrojaban contra el fondo de un maletero provocando un dolor agudo en mi costado. El vibrador no paraba, cada onda de placer se mezclada con una vergüenza sofocante. Mi cuerpo respondía de manera automática, los gemidos escapando de mis labios, a pesar de la mordaza que me había puesto.

Las primeras horas fueron un tormento. Sentía mis piernas y brazos adormecerse, el hormigueo doloroso extendiéndose por mis extremidades. La falta de movimiento y la presión constante del espacio reducido me hacían sentir cada vez más débil. Mi boca estaba seca, la sed era un fuego en mi garganta, pero el vibrador seguía enviando olas de placer a través de mi cuerpo, manteniéndome en un estado de constante excitación. Empecé a sentir las primeras etapas de la asfixia. Pero mi coño, chorreando, palpitando excitación me mantenía despierta.

Hayami significa: Chica de una gran belleza, inusual y un tanto rara (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora