Cat's war

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EH EH EHHH, ¿Qué puñetas estaba pasando? De repente, mi chica no era la muchacha dulce a la que estaba acostumbrado. Sus ojos almendrados destellaban puro fuego, y un nudo se formaba en mi estómago. ¿Qué pasaba aquí? No había hecho nada malo... ¿o sí?

Repasé mentalmente la noche. ¿Había sido un buen acompañante? Mi mente repasaba cada interacción, cada momento. ¡Cielos ¡ Recordé cómo, en la mesa, me había dejado llevar por la charla con Sandy, dejando a Hayami en un segundo plano. Sí, estaba claro que había descuidado a mi chica. Sus ojos, normalmente tan tiernos, ahora me miraban con un desdén que me hacía sentir incómodo.

La voz de Sandy, sus risas, sus gestos coquetos... ¿había caído en su juego sin siquiera darme cuenta? Mis pensamientos se agolpaban, tratando de encontrar una explicación para el repentino cambio en el comportamiento de Hayami. No podía evitar sentir un temor creciente, como si estuviera al borde de un precipicio y no supiera cómo había llegado allí.

Y la conversación entre las dos continuaba.

—¡Qué pena! Pensé que sería más memorable —respondió Sandy con una risita nerviosa, intentando ocultar su irritación. Era evidente que no esperaba esa reacción tan furibunda de la pequeña chica japonesa que la miraba como si fuera una zorra. Puro asco en los ojos mientras sonreía sin importarle que se notara que lo hacía falsamente

—Bueno, no todas podemos ser tan... inolvidables como tú —contraatacó Hayami, con una mirada afilada que cortaba como un cuchillo.

Joder... eso tenía que doler. Sandy era simpática y estaba acostumbrada a ser un poco... bueno, era la chica guapa de la empresa, la que hacía que todos los frikis que machacábamos código incansablemente babearan. Vale, ¿y qué? Babearamos por ella. Supongo que no le era agradable sentir que su territorio estaba amenazado. Por mucho que Hayami fuera más bajita y menos espectacular... era también muy hermosa y ella lo había percibido.

—Oh, cielo, no te preocupes. No todo el mundo puede tener mi encanto natural —dijo Sandy, con una sonrisa burlona.

—Claro, no todos podemos trabajar en contabilidad y sentirnos como la reina del mundo —respondió Hayami, con una mueca despectiva. Había usado la palabra contabilidad con puro asco. Recordando a la rubia que ella realmente venía de allí ¿desde cuándo tenía tan mala leche?

 Recordando  a la rubia que ella realmente venía de allí ¿desde cuándo tenía tan mala leche?

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Los comentarios malintencionados se sucedían, cada uno más venenoso que el anterior. No pude evitar sentirme atrapado en medio de su confrontación, como un espectador no deseado en una pelea de gatas. Al mismo tiempo sentía miedo. Mi comportamiento había transformado a mi dulce niña en ... esto

La atmósfera se volvió tensa con cada palabra intercambiada entre Hayami y Sandy, una batalla silenciosa pero llena de insinuaciones y sarcasmo.

–Vamos chicas sed buenas...– Dije al fin, intentando apaciguar los ánimos.

–Si, querido–, dijo Hayami mientras me daba un beso en la mejilla, carente de todo sentimiento. Juro que la estaba mirando en ese momento. –Siento que la situación sea incómoda.

Hayami significa: Chica de una gran belleza, inusual y un tanto rara (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora