Capitulo: 16

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-Adrien-

Tenía muchas cosas en la cabeza en ese día.

Desde el día que el Maestro Fú me asignó la misión de vigilar a Marinette y ver si ella es adecuada para recibir temporalmente el prodigio de Ladybug, han pasado muchas cosas.

Ese mismo día estuve observando a Marinette e incluso si era de noche. por lo que vi, ella estaba trabajando con algunos vestidos dentro de su habitación.

Me alegra que algunas costumbres de Marinette no se pierdan, siempre ha trabajado activamente en cumplir sus sueños y también el hecho que no cierra las puertas de su barcón por las noches.

Ella no sabe cuánto extrañaba todas esas noches que pasamos hablando en este lugar, sin duda eran buenos momentos.

Indudablemente, ella no sabía lo hermosa que se había vuelto, muchas veces se arrepintió de no haber notado semejante figura, estuve un par de hora hasta que ella levantó y fue al baño.

No tenía mucho que hacer esa noche, así que aguardó unos minutos hasta que Marinette salió del baño con su piel levemente húmeda y con una toalla cubriendo su desnudez. Ella tomó algunas prendas de un gavetero y se fue a un punto ciego donde salió después un momento.

Salió con un short de pijamas que abrazaban sus muslos y una camiseta de holgada sin hombros que mostraban partes laterales de sus pechos, sin duda un conjunto asesino para cualquier hombre y ella lo usaba para dormir. Sentí que estaba viendo algo indebido y prohibido, pero tenía una misión que cumplir, una importante misión.

Ella salió de su habitación y descendió al piso de la cocina, por supuesto, yo la seguí a través de los ventanales de su casa.

En este punto pensé que ya no tenía caso quedarme más, podía volver mañana a seguir con mi trabajo, sin embargo, una parte de mí se reusó con todas sus fuerzas a esa idea y terminó ganando.

Desafortunadamente, Marientte de una forma comenzó a sospechar de ser observada y comenzó a cerrar las ventanas una por una hasta llegar a su habitación. Las puertas de su balcón aún estaban abiertas y fue ahí donde permanecí embobado viéndola mientras ella mira su móvil.

Sin notar que ella se estaba acercando al balcón, cuando me percaté de su cercanía, entré en pánico y de un brusco movimiento salté al edificio del frente y me escondí detrás de la salida de una chimenea.

Permanecí un tiempo en esa posición hasta que asegúrame que no me habían descubierto, en ese momento podía sentir cómo casi se me salía el corazón por la boca.

Cuando fue seguro dejar mi posición, volví a mirar el balcón de Marientte solo para encontrarlo cerrado y las luces apagadas.

Algo desilusionado sabía que era el momento de volver a mi hogar.

Aunque sonara inmoral esa noche, me fui a la cama extasiado, y con toda la fuerza voluntad traté de recurrir a actos pecaminosos para calmar la excitación que en ese momento sentía por Marinette.

Al día siguiente limpié mi agenda para poder seguir con el encargo que me encomendaron. No voy a mentir, estaba algo emocionado.

A pesar de que Plagg me está dando miradas extrañas, se quedó callado, supongo que no tiene la suficiente calidad moral para juzgarme.

Su obsesión por el queso Camembert no es moralmente aceptable por la sociedad.

Aquella mañana visité la panadería de los Padres de Marinette; al entrar, fui recibido por dos desconocidos por cómo eran sus atuendos; supuse que eran los empleados. Este lugar había cambiado mucho desde la ultima vez que estuve aquí, todo es más grande y amplio.

Rota [Miraculous Ladybug]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora