Rota [Miraculous Ladybug]

01 "Situacion Extraña" ✓

La lluvia y el viento eran fuerte, hacía un frío tan arrasador que abrazaba la piel. En el lugar solo se podían observar la tierra mojada, árboles que se tambaleaban de un lado a otro por las fuertes ventisca.

Pareciera que saldrían volando en cualquier momento.

Se encontraba una chica de algunos 17 años, unos ojos celeste, cabello color azabache, un poco azulado. Su piel era tan pálida que la hacía ver frágil como el cristal, con un algo cuerpo delgado y de una estatura media.

Aquella niña se encontraba recostada de un robusto tronco de un árbol seco y sin hojas.

Sus rodillas cerca de su pecho, los brazos alrededor de ellas y su cabeza cerca, su posé muy similar a la posición fetal.

Estaba toda empapada por las fuentes gotas de lluvia, aun así permanecía inmutables. Era como si el frío no le afectara la piel en lo más mínimo o simplemente no le importaba.

Estaba tan destrozada por dentro, rota como muñeca en pedazos, como una muñeca de porcelana, un cuerpo sin alma donde solo prevalecía los sentimientos oscuros y negativos. Sus ojos brillantes y alguna vez rebosaban de felicidad, que podían rivalizar con los azules esperanzadores del cielo, ya no se entraban, en su lugar habían sido reemplazados por unos llenos de tristeza, si brillo y muy opacos.

La bella sonrisa que llenaba el corazón de todo él lo veía y podía brillar más que el sol de verano ya no se había ido dejando nada.

Dicha joven se entraba entre lágrimas y llantos, ojos perdidos que no llegaban a observar un punto fijo, ¿Cómo la vida podía ser tan cruel con alguien tan amable?, ¿Y el destino tan indiferente ante ella?

Ella ya no quería estar, ella quería que todo acabara, pero aun así no reunió el valor necesario para hacerlo por ella misma. Y se odia más por no poder llegar a extinguir algo tan simple y miserable como su propia vida.

*¡Crujido!*

El sonido de las Ramas crujiente avisaban algo acercaba, ella sabía muy bien que no podía ser algún humano. En el lugar tan inhóspito que se encontraba y la creciente tormenta que azotaba los alrededores lo hacía menos probables, se le hacía imposible creer que aquellas fuertes pisadas fueran humanas. Más la velocidad con la que oía acercase le hacían parece más un animal salvaje que a una persona.

Ella deseaba que fuera más un animal que una persona. Que pudiera acabar con la miseria que ella misma llamaba vida.

*¡Crujido!*

Los fuertes crujidos se escuchaba más y más cerca, ella solo espera que dicha bestia pudiera acabar con ella y poder ser libre esos horribles sentimientos que la consumían.

Varios meses atrás, Casa de los Dupain.

En la mañana de un hermoso día soleado, una joven de ojos azules, cabello obsidiana, se despertaba hoy extrañamente temprano, esto a causa de un despertador muy irritable que milagrosamente sigue cumplido su misión desde hace algún buen tiempo desde su compra.

La chica de pelo azabache casi azulado entraba al baño y para salir tiempo después con una toalla alrededor de su cuerpo húmedo mientras se secaba el pelo con otra.

Habían pasado 4 años desde que se hizo la nueva guardiana de los Miraculous y la extraña retirada del Maestro Fú. Desde entonces todo fluyo atrás vez las arenas del tiempo junto con muchos momentos de tantas felicidades como tanto triste y muchos cambios y sorpresas.