{CAPITULO 13}

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En la mente de Jin se arremolinaron tantas preguntas y cada una más descabellada que la anterior y por un segundo la absurda idea de que Namjoon hubiera regresado por él provocó que su corazón latiese con fuerza contra su pecho y la necesidad de preguntarle ardía en su garganta.

--- ¿Qué haces aquí? --- preguntó en su lugar acobardándose en el último segundo y agradeciendo que su voz no hubiese sonado tan desesperada como sí lo hacía en su cabeza.

--- Necesito hablar contigo, por favor --- pidió Namjoon y Jin estuvo a punto de rechazarlo porque sabía que, si lo dejaba entrar una vez más a su hogar, lo estaría dejando entrar a su vida, pero al percatarse de que la presencia del actor estaba llamando la atención de las personas que se encontraban en recepción y escuchando la puerta del ascensor abrirse a su espalda, entró y con un movimiento de cabeza le permitió que lo siguiera.

Cuando el ascensor volvió a cerrar las puertas, Namjoon y Jin quedaron encerrados en su interior y dentro de ese reducido espacio, subieron hasta el ático en silencio cada uno enfrentando sus propios demonios interiores y siendo conscientes de la presencia del otro.

Jin fue el primero en salir del ascensor y mientras caminaba hasta su piso era muy consciente de las pisadas que Namjoon daba detrás de él y cuando al fin llegó a la puerta de su piso, llevó su mano temblorosa hasta la cerradura y colocó la clave hasta escuchar un pequeño clic y la puerta se abrió.

--- No has cambiado la contraseña --- murmuró Namjoon más para sí mismo sin saber cómo reaccionar ante aquel descubrimiento.

Por su parte, Jin hizo como si no lo hubiese escuchado, total, ¿qué iba a decirle: la he mantenido por si algún día decidías volver? No, ya estaba mostrándose como un idiota frente al actor así que lo último que necesitaba era verse débil.

Abrió la puerta con algo de valor recobrado, pero cuando la sala de estar les dio la bienvenida, la vista de los dos se posó en el sofá que parecía burlarse de ellos y no pudieron evitar que los recuerdos volvieran de golpe.

Jin había dado la clave de acceso a su ático tanto a Jungkook como a Namjoon y este último había hecho un buen uso de ella pues acudía al piso con frecuencia estuviera o no su dueño. Pero la última noche que acudió fue diferente fue...el principio del fin.

Aquella noche estaba lloviendo con fuerza y el viento sacudía las amplias ventanas del lujoso ático y frente a la tormenta que se desarrollaba fuera de su hogar, Jin observaba la fuerza de la naturaleza desde su sofá sintiéndose pequeño y solo.

Era en momentos como ese que necesitaba un abrazo cálido de su persona amada pero esa persona por desgracia, estaba fuera de su alcance. Sintiendo el nudo en la garganta, decidió que lo mejor era irse a dormir así que se levantó del sofá, pero entonces el ruido que hizo la cerradura de la puerta mientras alguien clicaba la clave de acceso trajo de nuevo a la vida a su corazón que empezó a arremeter con fuerza contra su pecho.

No era miedo, era expectación pues solo había una persona que entraría sin avisar a su piso, pero nunca lo había

hecho a esas horas de la noche así que la curiosidad de Jin era aún mayor.

Cuando la puerta se abrió, Namjoon empapado de pies a cabeza entró. Parecía desorientado mirando a todas partes hasta que al fin los ojos de Nam se posaron en los de Jin.

--- ¿Qué haces así?, ¿estás loco?, ¿acaso quieres pillar una pulmonía? --- preguntó Jin acercándose al actor y notando el olor a alcohol que desprendía el cuerpo de Namjoon --- Maldita sea, estás borracho. ¿Cuánto has bebido?

--- No lo suficiente --- fue lo único que dijo Namjoon antes de acercarse a Jin y dejar caer su cabeza en el cuello del mayor y mojando con su cuerpo el pijama de Jin que sintió escalofríos al verse abrazado de forma inesperada por el actor.

ME CASÉ CON UN IDOL  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora