{CAPITULO 16}

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La puerta del ascensor se cerró dejando a Taehyung y Jungkook a solas y con sus corazones acelerados pues los dos eran conscientes de que una vez que esa puerta volviera a abrirse ya no habría marcha atrás y el miedo y la incertidumbre se apoderó de ellos así que se mantuvieron en silencio.

No obstante, ninguno de los dos podía obviar la carga erótica que se estaba apoderando del ambiente hasta llegar a un punto de sofocar, como tampoco podían pasar desapercibido el cuerpo ajeno.

Los dos estaban cerca el uno del otro y Jungkook mantenía la mirada clavada en los números encima de la puerta del ascensor que se iban iluminando acercándose peligrosamente a su suite.

Taehyung, por el contrario, estaba cabizbajo observando como su mano estaba tan cerca de la mano de Jungkook, casi podía rozarla, solo necesitaba un ligero movimiento para poder sentirla.

Si su vida fuera una película hollywoodiense, este sería el momento exacto en el que Jungkook, el galán, nada más cerrarse la puerta del ascensor, lo habría empujado hacia la pared y lo habría besado con desesperación haciéndolo gemir y enloquecer.

Francamente, eso es lo que Taehyung había esperado después del beso que le dio Jungkook en el coche. Además, si lo hubiera besado, él podría haber apagado su cerebro que no paraba de gritarle que estaba cometiendo un gravísimo error. Que no debería mezclar trabajo y placer porque, al fin y al cabo, Jungkook era su "socio" en esa enredosa relación que mantenían, atados únicamente por un contrato.

Pero, ¿qué podía hacer cuando su corazón palpitaba hasta el punto de sentir que se le iba a escapar por la boca?, ¿cómo podía detenerse si solo la presencia de Jungkook lo ponía nervioso y febril?

La puerta del ascensor se abrió y los dos se dedicaron una mirada furtiva y en los breves segundos en los que sus ojos conectaron, ambos advirtieron sus pupilas dilatadas impregnadas de lujuria.

Jungkook salió primero seguido por Taehyung, el cual había perdido toda la confianza que había tenido en el coche, sobre todo, teniendo en cuenta que él había sido el de la idea.

--- Voy a... a darme una ducha primero. No te importa, ¿verdad? --- soltó Taehyung nada más entrar a la suite y ver la enorme cama matrimonial que les daba la bienvenida.

Jungkook lo miró por unos segundos como si lo examinase antes de asentir con la cabeza.

--- Claro. Tómate tu tiempo.

Taehyung no esperó a que Jungkook dijese nada más y salió escopeteado a la otra puerta que se encontraba en la suite, la cual suponía llevaba al baño y cuando cerró la puerta se apoyó sobre esta cerrando los ojos.

--- Estúpido, estúpido, estúpido --- murmuró dándose ligeros cabezazos sobre la puerta --- Nada más erótico que decir que vas a bañarte.

Frustrado abrió los ojos y descubrió el baño más inmenso que había visto nunca. De hecho, pensó que su espacio superaba el tamaño de su antigua habitación. En el lugar no solo estaba el inodoro y la ducha cuyas paredes eran de cristal revelando todo lo que había en su interior, sino que en una esquina se encontraba un jacuzzi en el que podían caber unas cuatro personas.

Las paredes eran blancas al igual que el armario y las decoraciones lo cual hacía que se viera incluso más espaciosa de lo que era. Y dentro de los armarios descubrió que había toallas pequeñas para el cabello y dos albornoces tan blancos, como si estuvieran sin estrenar, colgando en sus respectivas perchas.

Sacó a uno notando la suavidad de su tejido y como tenía bordado el nombre del hotel en tonos dorados como si se tratase de oro. Sin querer perder más tiempo, Taehyung lo dejó colgando a lado de la ducha y empezó a desnudarse al mismo tiempo que colocaba su ropa en una cesta, la cual suponía que era para la ropa sucia, pero él no pensaba pedir que la lavasen ya que la necesitaría para el día siguiente.

ME CASÉ CON UN IDOL  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora