Capitulo 12

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Abril tenia que haberlo sabido, que quizás jugar bajo la lluvia una mañana fría de otoño no era la mejor opción.
 
Pero aquella mañana estaba tan feliz, había tenido un delicioso desayuno junto a Ama y Amy, quienes no paraban de preguntar sobre la noche anterior. Y Abril aún se sentía en una nube, aún podía sentir los labios de Samantha contra los suyos, sus manos en su cintura y sus palabras repitiéndose una y otra vez en su cabeza como una canción pegadiza.
 
Quizás sabia que aquello pasaría, pero no le importó. Y ahora, rodeada de mantas y con la nariz roja, maldice no haberse quedado quieta.
 
Porque ahora, estaba enferma.
 
[...]
 
-Sabía que te iba a gustar. -Amy dice con emoción, sentada delante de Samantha en el césped del campo de fútbol.
 
-Es una buena pelicula. -Samantha asiente con una sonrisa mientras intenta hacer de nuevo la coleta de la pequeña.
 
La niña sonrie mientras su entrenadora termina de atar su coleta y una vez está peinada de nuevo se gira para miraria.
 
-¿Entonces ya son novias? -pregunta con la mayor sonrisa en sus labios, sacando una risa sincera a la rubia.
 
-¿Novias?-pregunta divertida mientras frunce el ceño levemente.
 
-¡Claro! Se miran como los papás de Lucas, los cuales están casados, siempre sonries como cuando la tia Ama ve a al chico de los tatuajes y también tuvieron una cita. Según mis cálculos, tienen que ser novias.
 
Samantha sonríe con cariño. Sin duda veia el punto en lo que Amy decía.
 
-No estoy segura de que funcione asi, bicho.
 
-Debería, los adultos son raros -Amy frunce el ceño con confusión, y Samantha sonrie cuando se da cuenta de lo mucho que se parece a su madre-. Si quieren ser novias y darse besos en la boca como en las peliculas, deberian hacerlo.
 
Samantha supone que la pequeña de siete años tiene razón, a veces las cosas parecen más complicadas de lo que realmente son. Y bueno, ella realmente quiere intentar algo serio con Abril.
 
Sin embargo, se limita a sonreir y negar levemente con la cabeza.
 
-Creo que has visto demasiadas peliculas románticas, bicho.
 
-Son las favoritas de mi madre. -responde encogiendose de hombros.

-Ni me lo recuerdes, no sé cuantas veces me ha obligado a ver Love Actually. -alguien dice detrás de ellas.
 
-¡Tia Ama! -Amy exclama levantándose rápidamente para abrazar a su tía.
 
-Hola pequeña. -Ama se agacha para abrazarla con la mayor sonrisa en su rostro.
 
-Ama, hola. -Emma la saluda con una pequeña sonrisa, a pesar de estar un tanto confundida.
 
-Hola Samantha. -Ama sonrie, apartándose de Amy para mirar a la rubia.
 
-¿Está todo bien? -Samantha pregunta, aunque realmente lo que quiere decir es "¿Dónde está Abril?".
 
De golpe, el miedo de que Abril no quiera volver a verla después de su cita la invade. Varios posibles escenarios de porque la castaña no quería verla aparecen en su cabeza, y Samantha solo espera que ninguno sea real.
 
-Sí, tranquila-asiente, haciendo que la rubia pueda volver a respirar-. Está un poco enferma.
 
-¿Enferma?-pregunta confundida.
 
-Jugamos bajo la lluvia y ahora mamá está enferma. -Amy explica.
 
Samantha se muerde el labio, intentando sin mucho éxito retener la sonrisa que amenaza con salir.
 
-Porque no me sorprende. -murmura.
 
-Si, Abril tiene ideas increíbles. -Ama rueda los ojos y Samantha asiente.
 
Hay un corto silencio que Ama corta rápidamente dando una pequeña palmada con sus manos antes de mirar a Amy.
 
-¿Tienes tus cosas, cielo?
 
-¡Si, aquí están! -dice levantando con su mochila con todas sus cosas dentro.
 
-Pues despídete que nos vamos.
 
Amy se acerca a Samantha para abrazarla, quien se agacha para quedar a su altura.
 
-Adiós entrenadora Samy. -dice abrazándolo con fuerza.
 
-Adiós bicho, saluda a tu madre de mi parte, ¿vale?-la niña asiente.
 
-Le dare muchos abrazos y besos de tu parte.

La imágen de la pequeña castaña abrazando a su madre y dándole besos en sus mejillas le hace querer llorar de ternura.
 
-Gracias enana.
 
La pequeña sonrie antes de volver con Ama, tomando su mano mientras empiezan a caminar hasta la salida del campo de fútbol.
 
Samantha las ve marcharse mientras se muerde levemente el labio inferior. De repente, una idea aparece en su cabeza como un rayo de sol en mitad de una tormenta, y la rubia se encuentra a si misma caminando a paso apresurado hasta Ama y Amy.
 
-¿Ama? -la llama, haciendo que la castaña se gire para mirarla.
 
-¿Si?
 
-¿Me harías un favor? -pregunta con una pequeña sonrisa timida.
 
Ama sonrie, asintiendo levemente.
 
-Claro, ¿qué necesitas?
 
[...]
 
Abril ha perdido la cuenta de cuántas tazas de të ha tomado en todo el día, pero mientras ve Crepúsculo rodeada de mantas con una taza recién hecha entre sus manos, no le importa. El té le alivia el frio y el dolor en su garganta, así que pretende ahogarse en tazas de té hasta que Ama vuelva con Amy.
 
Las cuales están tardando más de lo que deberian. La castaña le habia pedido a su mejor amiga que fuera a por Amy, ya que a pesar de que moria de ganas por ver a Samantha, realmente no se encontraba del todo bien.
 
Va a llamar a Ama para preguntar porque tardaban tanto y si todo estaba bien cuando el sonido del timbre le interrumpe.
 
Y cuando abre la puerta, su corazón da un vuelco.
 
Samantha se encuentra ahi de pie, vistiendo unos pantalones grises de deporte, una chaqueta roja de Adidas encima de una camiseta blanca y sus vans negras. En sus brazos tiene una bolsa de la compra y a su hija, la cual sonrie con un ramo de tulipanes entre sus manos.
 
-Al parecer, alguien tiene un serio problema con la lluvia. -Samantha dice, y Abril siente como su corazón se infla de cariño, las mariposas se multiplican y emprenden el vuelo dentro de todo su interior.
 
-¡Vamos a cuidarte! -Amy exclama con emoción, estirando sus brazos para entregarle el ramo a su madre.
 
-¿A cuidarme? -Abril pregunta con la mayor sonrisa en sus labios mientras toma el ramo entre sus manos.

¡Entrenadora Samy! | Adaptacion RivariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora