Capitulo 13

1.2K 64 20
                                    

-Demasiado brillante. -Amy dice con una pequeña mueca.
 
Abril, quien se encuentra delante del espejo de su armario, frunce el ceño para seguidamente girarse y mirar a su hija. Esta última se encuentra sobre la gran cama de su madre, con un montón de prendas de ropa a su alrededor.
 
-Es un buen color. -Abril dice, a lo que la pequeña niega.
 
-Demasiado amarillo, siguiente.
 
Abril remueve el montón de ropa sobre su cama, tomando una blusa negra. Al ponérsela, se da la vuelta para mirarse al espejo, esperando la opinión de Amy.
 
-Estas guapa con eso. -Amy dice con una sonrisa.
 
-¿Tú crees?
 
-Sí, mami. Tu siempre estás guapa.
 
-Gracias preciosa-Abril le sonrie-. Quiero llevar algo que sea diferente, especial.
 
-Esa blusa no te la has puesto mucho, es diferente y estás muy guapa.
 
Abril se mira en el espejo, y sonríe, una sonrisa sincera. Piensa que su hija tiene razón, se ve bastante bien.
 
-Pues ya estoy lista. -sonrie satisfecha, caminando hasta la cama para sentarse al lado de la pequeña.
 
-Entonces, ¿ya hemos terminado? -Abril asiente.
 
-Eso creo.
 
-¡Bien! -exclama alegre.
 
-¿Estás segura de que no te importa irte a casa de la tía Ama?
 
-Segura -asiente-. La tía Ama y yo nos lo vamos a pasar bien juntas.
 
Abril la mira con una sonrisa, sin dudar de sus palabras. La castaña sabe que Ama la iba a cuidar bien, pero también sabia que iba a echarla de menos.
 
-Quiero pensar que me echarás un poco de menos.
 
-Mami solo me voy una noche. -Amy dice divertida, haciendo que Abril la mire con falsa indignación.
 
-¿Y qué? Yo te echaré mucho de menos.
 
-Yo también -dice abrazándola con fuerza-. Pero la entrenadora Samy estará contigo.

-Si. -Abril asiente con una pequeña sonrisa nerviosa al recordarla.
 
-Segunda cita- Amy dice levantando las cejas repetidas veces. -¿Cuándo es la boda?
 
Abril rueda los ojos, pero una pequeña sonrisa en sus labios le delata.
 
-No va haber ninguna boda. -dice, pero el rubor que se instala en sus mejillas no le ayuda a sonar creible.
 
-Pero me dijiste que querías casarte. -Amy frunciendo el ceño.
 
-Pero no estaba hablando de casarme con Samantha.
 
La niña mira a su madre con los ojitos gatunos entrecerrados, sabiendo perfectamente que aquello no era cierto.
 
-Pero lo estabas pensando. -dice divertida.
 
Abril aprieta los labios en una sonrisa y se niega a darle la razón a su pequeña hija.
 
-Fin de la conversación. -dice poniéndose de pie.
 
-Los adultos son tan raros, demasiado confusos.
 
[...]
 
-¡Samy! -Amy exclama al abrir la puerta principal de la casa, lanzándose a los brazos de su entrenadora.
 
-Hola, bicho. -Samantha la saluda con una sonrisa en sus labios mientras la abraza con fuerza.
 
-¡Qué guapa estás tú también!-la pequeña castaña exclama al apartarse, viendo cómo Samantha viste una sudadera roja de Adidas y unos jeans negros rotos en las rodillas.
 
-¿Lo estoy? -Samantha pregunta con la mayor sonrisa en su rostro, y Abril se siente la ser más afortunada al verla.
 
-¡Mucho!- Amy asiente cerrando la puerta detrás de ellos.- ¿A que si mami?
 
Los ojos de Samantha se clavan en los de Abril, y la castaña asiente con una pequeña sonrisa.
 
-Si amor, muy guapa.
 
-Tu también lo estás. -Samantha le dice, haciendo que las mejillas de Abril se enciendan levemente.
 
Amy mira a las adultas con una sonrisa divertida, justo cuando Ama aparece en la entrada con la mochila de Amy colgada a su hombro.

-Hola Samantha. -Ama la saluda, con una sonrisa amable.
 
-Ama.
 
-Nosotras ya nos vamos -Amy dice con una sonrisa -. Adiós Samy, adiós mami.
 
Abril se agacha para abrazar a su hija y darle un pequeño beso en la frente antes de dejarla ir.
 
-Adiós, pórtate bien.
 
-¡Siempre!-exclama tomando la mano de Ama para seguidamente salir por la puerta.
 
Es entonces cuando en la casa reina el silencio, y Abril y Samantha se encuentran completamente solas.
 
-Estás increible. -Samantha le dice con cariño.
 
-Gracias-sonrie, apartando su mirada al suelo.-. Tú también.
 
-¿Estás preparada para la mejor cena de tu vida?- le pregunta divertida, comenzando a caminar hacia la cocina.
 
-Estoy llena de suspenso ¿Acabaremos en el hospital? ¿Sobreviviré a una cena hecha por Samantha Rivera?
 
Samantha suelta una pequeña risa antes de apretar los labios.
 
-Eres una pequeña mierda.
 
-No es mi culpa cariño, fuiste tú quien me enseñó una foto de su intento de tortitas. -la castaña dice con una sonrisa inocente mientras se encoge de hombros.
 
-Luego rogarás porque venga a cocinarte todos los dias.
 
Abril sonrie tentadora ante la idea. Independiente de si la comida estaba buena o no, sin duda le gustaría tener a Samantha cocinándole todos los días.
 
Pero no lo admitiría en voz alta.
 
-Eso lo veremos.
 

¡Entrenadora Samy! | Adaptacion RivariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora