»»----- 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 -----««

Capítulo 2

Perezoso se removió entre las sábanas blancas de su cómoda cama,ya era de día y la luz de los rayos del sol se colaban a través de las cortinas de aquellas ventanas de su habitación. El pitido de la alarma no lo dejaba retomar su ansiada siesta, bufó molesto sentándose en la cama,con los cabellos alborotados,la baba en sus labios y las notables ojeras debajo de esos ojos azules como el mar que tenía.

Aún con el sueño en su cuerpo, bostezó estirándose en la cama escuchando sus huesos crujir. Dejó las sábanas a un lado sentado en la orilla de la cama,se puso sus pantuflas de conejo y se levantó caminando hacia su armario. Buscó unas prendas cómodas puesto a que ese día no planeaba salir con nadie,más bien quería un tiempo para él y su soledad.

Ya un poco más despierto, tomó la ropa y se dirigió a la ducha a relajarse con el agua tibia de su bañera. Se recostó en la bañera, suspiró de alivio de lo bien que se sentía,el aroma a rosas del jabón que había puesto lo hacía aún mejor. Con sus delicadas manos hizo formas raras a su cabello húmedo, rió inocentemente divirtiéndose de eso para después tomar la espuma del jabón para soplarlo como solía hacer.

Pasó un rato y por fin estaba listo y limpio,claro después de haber hecho el quehacer,pues le había dado el día libre a su sirvienta. Ya con más calma sacó un bote de helado junto a una cuchara para dejarla en la mesita frente a la tele. Tomó el control dejándolo en un programa para niños mientras se sentaba en el elegante sofá de cuero, sonrió tranquilo a punto de dar una cuchara de su helado de menta hasta que escuchó unos toques en la puerta.

"¿Quién se le ocurre interrumpirme?", pensó frustrado yendo a la puerta, abriéndola con un rostro de enfado que rápidamente se convirtió en confusión al no encontrar a nadie. En su lugar en la alfombra de bienvenida estaba una canasta con una cajita de chocolates,un ramo de violetas y una carta más una nota del quizá la persona que lo envío.

—"Un pequeño obsequio para una bella flor. No eres aburrido cómo los demás te han hecho pensar, cuando para mí eres alguien más interesante de lo que pensaba. Atte: M"—Terminó de leer la nota de la canasta,se asomó mirando alrededor si había alguien quién pudiera ser el responsable.

Suspiró rendido tomando el regalo con una sutil sonrisa,a lo mejor era una broma o talvez no. No importaba,era un detalle muy lindo, cerró la puerta detrás de él para poner en un jarrón el ramo de violetas. ¿Cómo era que ese desconocido sabía que las violetas eran sus favoritas?,daba igual,ya después investigará de quién es. Miró la caja de dulces,notando que eran bombones con la cobertura de chocolate blanco, agarró uno y lo comió. El sabor era algo empalagoso pero le encantó.

No sabía quién era M pero... sintió un ligero cosquilleo con ese gesto romántico.

Leyó la carta en dónde se recitaba un poema sobre su persona, cómo que sus ojos eran hermosos como los zafiros,su voz tan melodiosa que no le cansaría escucharla toda la vida. Chilló emocionado abrazando la carta y pataleando al aire con una gran sonrisa más un rubor en sus mejillas.

—Es la primera vez en tanto tiempo que alguien me dice cosas lindas...—Murmuró recostado en sofá mirando al techo.

[…]

—¿Entonces no sabes de quién es?—Preguntó un Canadá confundido, observando con detalle la nota que su hermano recibió.

Unas horas después de recibir ese regalo no se resistió a llamar a su consanguíneo por la emoción. USA estaba oliendo con delicadeza las violetas claramente encantado con ellas.

—Nop. Tengo mucha curiosidad por saber quién es,¿reconoces la letra por casualidad?—Dejó de las flores para fijarse en un pelirrojo que parecía pensativo mirando constantemente la nota y después a él.

El americano alzó la ceja por el comportamiento analizador de su hermano, esté soltó la nota en la mesa para tomar la taza de café que USA le había servido. Lo tomó de un solo trago causando sorpresa en su contrario.

—No—Respondió finalmente encogiéndose de hombros, restándole importancia al asunto.

El oji azúl bufó molesto por tanto drama. Canadá pellizcó la mejilla del americano que no dudó en quejarse por su acción, haciendo que ambos rieran con alegría.

—¿Has estado hablando con alguien aparte de mí?—Soltó con seriedad en su voz el canadiense, observando los nervios de su mayor.

—La verdad no. Sabes que no me llevo bien con otros más que con mis contactos—Contestó indiferente acomodando su cabello bien cuidado.

Suspiró con esa respuesta, sabía que decía la verdad, aunque en el fondo dudaba sobre si confiar en eso. Sus ojos azul claro se quedaron viendo en un punto fijo,le había mentido a su hermano. En realidad si reconocía la letra pero le confundía el porque esa persona precisamente y no solo eso,si no,¿porqué a USA en lugar de otros countrys?. Sospechaba de que se podría tratar de una trampa hacia su hermano por lo sucedido con Perú,no era secreto que los demás latinos se apoyen mutuamente incluso en situaciones como esa.

—Entiendo,me alegra saberlo—Se estiró en la silla yendo a dejar la taza en el lavadero.

Se volteó mirando con el ceño fruncido al ver cómo la estrella tenía la carta en su pecho con una sonrisa tímida. Pasaron años desde la última vez que lo vió sonreír de esa manera,le preocupaba demasiado de que el causante no fuera un humano si no un country.

Le generaba repulsión que esa persona estuviera intentando contaminar la mente de su hermano, suficiente tenía con las noches en las que tenía que consolarlo por la tristeza que sentía por ser odiado por los demás. Si los otros se enteran de que algo está surgiendo entre la primera potencia y ese país,lo usarían en su contra y le harían la vida imposible. No quería eso para él, así que de ahora en adelante se encargaría de que eso no ocurriera.

Incluso si sabía perfectamente que de una u otra forma iba a pasar y no podría hacer algo para impedir ese destino.

—Hermano,¿porqué no mejor me das esa carta?. La guardaré para buscar al dueño—Pidió en un tono fingido de inocencia, logrando convencer al estadounidense que se la entregó.
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Muy corto, perdón 😿