Capítulo 4

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Debido a lo sucedido con Canadá, no tenía permitido estar cerca en el mismo espacio que USA. Lo cuál desconcertaba al americano los comportamientos algo posesivos de Canadá cuando su vecino mexicano le dirigía la palabra. Incluso podía sentir una extraña tensión difícil de entender,supuso que quizás pelearon mientras no estuvo así que no le tomaría importancia.

Ahora se encontraban en territorio mexicano en una fiesta amistosa de socios comerciales. No eran los únicos invitados, también estaban China,Rusia,algunos europeos, asiáticos, etcétera. Mucha gente de suma importancia estaba invitada a aquella fiesta, especialmente USA al ser el más importante de todos.

Los ojos de todos se posicionaron en un elegante estadounidense que bajaba de su limosina, acompañado de su hermano que estaba con un rostro aparentemente calmado al momento de pisar la alfombra roja, que fué tendida para ambos.

—¡Hola mis queridos ciudadanos, aquí la gran estrella presentándose!—Caminó en la alfombra roja, sonriendo ante las cámaras que le tomaban fotos para los periódicos.

Sonreía con seguridad firmando objetos que sus fans mexicanos le pedían,algunos se desmayaban al recibir un guiño o abrazo del albino. La sensación de ser adorado por los humanos le aumentaban el ego si era sincero,en cuanto a Canadá. Esté solo dejaba que lo fotografiaran,ni una sonrisa o gesto gentil salió de él cómo en las anteriores ocasiones que solía hacerlo. Solo una mirada seria y callada,que esperaba a que su hermano terminará de ser el centro de atención para entrar de una vez al edificio del evento.

—Hermano,es hora de irnos—Anunció en un susurro al americano que terminaba de autografiar la frente de un bebé.

El albino infló sus mejillas haciéndole caso, caminando junto a él despidiéndose con un beso al aire de los fanáticos que dieron un grito que podía dejar sordo a cualquiera. Sonrió entrando al gran lugar,chiflando de lo impresionado que estaba,todo era tan elegante que ni parecía ser un evento organizado por México.

—Vaya,todo se ve tan increíble—Dijo sonriendo,subiendo las escaleras a la par con el canadiense que solo murmuró un "ajá" desinteresado.

Al estar arriba,un mesero los llevó a una sala especial en la que los countrys estaban en sus respectivas mesas,charlando y riendo mientras los humanos servían las bebidas que eran pedidas. Un ambiente bastante tranquilo y agradable para USA,el mesero los llevó a una sala un poco más apartada en la que estaban las potencias y en el medio estaba el mexicano que recibía halagos por la buena organización de dicha fiesta.

—Hola...—Soltó con voz tímida el de ojos azules,se notaría su temor de estar en la misma mesa que ellos de no ser por sus gafas.

El tricolor se levantó animado de su asiento, acercándose a él con una radiante sonrisa extendiendo su mano a su socio. Al mismo tiempo que Canadá gruñó siendo él quien estrechará su mano al mexicano por malicia. Fingieron una sonrisa para guardar la apariencia, aunque por dentro se querían golpear.

—Me alegra que ambos estén aquí. ¿Qué opinas del lugar?—Preguntó el de ojos verdes ignorando la mirada fulminante del pelirrojo que iba dirigido solamente a él.

El albino miró las decoraciones y después al mexicano, sonrió tímidamente respondiendo.

—Me gusta,es refinado e impresionante. Me sorprende que un tercermundista como tú tenga buenos gustos—Rió levemente junto a la nación mexicana que se sonrojó rascando su mejilla.

Ahora parecía que por alguna razón se toleraban mejor desde la fiesta pasada,y como no. México estuvo a su lado esa noche cuando bien podría estar con los demás, pero en cambio quiso estar con él recordando el tiempo en el que eran colonias soñadoras. Y no solo,le mostró esa faceta tímida que nadie conocía más que su hermano, fué en ese detalle que el mexicano sintió esa chispa con USA.

»»----- 𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 -----««Donde viven las historias. Descúbrelo ahora