Chubby Boy ~ YoonMin.

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Jimin ajustó su abrigo afelpado de color blanco, suspiró por decima vez en esta tarde y sus pequeñas manos tomaron el cuaderno de bocetos junto con la cartuchera donde guarda todos los lápices entre otras herramientas. Decidió dar un paseo por el parque que está a unas cuantas cuadras más abajo del edificio, como aún no llueve aprovechará para encontrar inspiración en el paisaje y algunas personas. Al ser un diseñador grafico, debe estimular su creatividad e imaginación de forma constante. Siempre busca películas, obras de arte, música y claro se mantiene estudiando para crear diseños únicos y con un estilo propio.

-Regreso pronto, Romero- Colocó su bolsa de color gris que combina con su buzo deportivo en el brazo derecho y se aferró a la correa sintiendo como el llavero de peluche con forma de conejo roza de forma suave contra su mano. Antes de salir tomó una sombrilla que guardó en el bolso, si bien no ha llovido el cielo está muy oscuro y con grandes nubes grises. En cualquier momento podría caer una gran tormenta.

En estos días evitó salir de su departamento, no fue evitar en si pero estaba lleno de trabajo y cuando salía siempre se coloca los cascos con música a full. No quería escuchar los chismes de sus vecinas, no le importaba en absoluto escuchar que pasaba en la vida de los demás y sobre todo no quería hacerse más daño...

Decidió olvidarlo, seguir con su vida y hasta hoy eso sigue en pie. Cuando el ascensor se detuvo en la recepción esperó a que dos vecinas bajen primero y luego salió, durante el camino saludó a todos. La recepcionista, algunos vecinos que van a otros pisos y al guarda de seguridad.

-Tenga buen día joven Jimin- Agitó su mano con una gran sonrisa en el rostro y salió sintiendo como el viento helado chocó contra todo su cuerpo, le erizó hasta el vello de la nuca. No imaginó que fuese hacer tanto frío-Usted también, abríguese bien.

Las calles se ven húmedas por la lluvia que hubo esta mañana, inclusive el aire que respira es helado hasta el punto en que la nariz y mejillas se le colorearon de rojo. Le duelen un poco las fosas nasales por el frío pero es demasiado tarde para volver a casa, bajó el primer escalón que hay en la entrada del edificio y luego el segundo pero cuando llegó al último se detuvo de forma abrupta. Hay un hombre bastante alto, de cabello negro y ondulado que le llega por los hombros. Va con ropa deportiva pero toda de color negro, está de pie con una muleta que le sujeta por arriba del codo y el antebrazo, por lo que deduce tal vez le cueste bajar los escalones.

-Buenas tardes, ¿necesita ayuda para bajar el escalón? Puedo ayudarlo- Su voz salió tan suave y llena de amabilidad. Así es Jimin, dulce, amable completamente un ser de luz. Siempre entendió que este mundo puede ser cruel con los más frágiles y necesitados. Su experiencia de vida lo llevó a ser la persona que es hoy en día.

Terminó de bajar el escalón y agarró el antebrazo del chico, notó que es un chico por su altura y el gran tamaño de sus manos. Pero como el cabello le cae sobre el rostro no puede verlo a detalle, le sujetó fuerte siendo un apoyo para él y aunque pesa bastante se aseguró que pudiera bajar el escalón, de hecho sintió algo de lástima cuando este se quejó por el dolor.

-No debería salir con este clima. Su lesión puede doler más-No le soltó el antebrazo, mira fijamente su cabello pero cuando el chico dejó de estar encorvado a causa del dolor y se colocó recto en su sitio sacándole dos cabezas de altura y revelando sus intimidantes ojos el pelirosa apretó el agarre.

-Gracias por ayudarme. Voy a tomar en consideración su consejo- Su voz sigue siendo igual de agradable, sedosa y masculina. Profunda hasta el alma que le provoca una vibración en el vientre, sus manos se deslizaron con suavidad deshaciendo el agarre y los ojos se le llenaron de lágrimas. ¿Qué hay de su dolor? ¿Qué hay de la angustia por no tener noticias suyas? Le enamoró en un día, en pocos minutos y se fue al día siguiente dejándole un inmenso dolor y agonía que duró meses. Intentó buscarlo, pero parecía que había desaparecido sin dejar rastro pero... ¿Por qué ahora se siente tan aliviado? ¿Por qué ahora siente que su tristeza nunca existió? Las palabras de su amiga ya ni existen en estos momentos, los bocetos que tanto le dolió botar tampoco y ahora solo existe su corazón latiendo como loco. Sus manos temblorosas y las lágrimas que amenazan con salir.