Se tomó un momento pɑrɑ mirɑrlo, porque erɑ bonito, sus lɑbios estɑbɑn pɑ́lidos por el frío, su nɑriz estɑbɑ enrojecidɑ, tɑmbién sus mejillɑs y sus ojos brillɑbɑn y ɑunque el esmerɑldɑ hɑbiɑ desɑpɑrecido de sus irís, ɑún lucíɑn preciosos. Y e...
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Abrió los ojos y se retiró las cobijas del rostro, una tierna luz del sol se colaba entre las ventanas, probablemente había dormido unas 18 horas seguidas y ahora su cuerpo le reclamaba. Se estiró aún sobre la cama, estaba demasiado entumecido pero sin duda había dormido bastante bien, había incluso olvidado la última vez que pudo dormir y descansar de esa forma, pues cuando su padre enfermó y cayó en el hospital tuvo que dormir cada noche en un sofá-cama a un lado de la camilla de su padre, y sus sentidos de alerta no descansaban ni un solo momento, pues temía que el monitor cardíaco se detuviera en cualquier momento, también despertaba cada vez que una enfermera entraba a revisar a su padre o aveces incluso despertaba súbitamente solo para levantarse y observar que el pecho de su padre aún subía y bajaba.
Salió de la cama y busco ropa limpia en su mochila y se adentro en el baño para darse una ducha, una muy larga. Se vistió y peinó su cabello lo mejor que pudo y salió de la habitación.
Podía jurar que correría a la cocina para comer lo primero que sus ojos vieran pues la última vez que había comido, había sido el desayuno del día anterior en el orfanato y tan solo había comido un par de bocados.
Llegó a la sala de estar y atravesó el lugar con pasos temerosos, al caminar junto a la escalera miró hacia el final de ella al segundo piso, pero no escuchó absolutamente nada pero sabía que estaba ahí, su olor se colaba en cada poro de su ser, seguía sin comprender porque el olor de Jimin era tan intenso, aunque tampoco le tomaba demasiada importancia.
-Oh, usted debe ser el Joven Yoongi- Una Beta de mediana edad le hizo salir de sus pensamientos en cuanto entró al comedor.
Yoongi asintió.
-La señora Hyori se encuentra desayunando en la terraza, ¿Quiere que lo lleve con ella?- preguntó la mujer con una amable sonrisa.
Yoongi dudo, realmente no quería molestar a la señora Hyori, pero su estómago reclamando comida le hizo asentir. Siguió a la Beta en silencio hasta llegar a una terraza con vista hacia el inmenso jardín.
-Oh, Yoongi, Buenos días, toma asiento ¿Has dormido bien?- preguntó la señora Park mientras bajaba una taza con quién sabe qué en ella.
-Buenos días- respondió con la voz algo áspera por no haber hablado en las últimas casi 19 horas. -Si, dormí bastante bien gracias- Yoongi se sentó frente a la señora Park, la mesa era pequeña, redonda y con solo cuatro sillas.
-Me alegra que hayas descansado, no quisimos molestarte para la cena, Jihyun dijo que en cuanto tu cuerpo necesitara comida saldrías a buscarla, así que supongo que justo ahora estás hambriento.
-Un poco- mintió, pues realmente estaba tan hambriento que estaba apunto de robar una mandarina del frutero en el centro de la mesa.
La Beta que lo había llevado hasta ahí, no esperó siquiera una orden y regresó al interior de la casa.
