Se tomó un momento pɑrɑ mirɑrlo, porque erɑ bonito, sus lɑbios estɑbɑn pɑ́lidos por el frío, su nɑriz estɑbɑ enrojecidɑ, tɑmbién sus mejillɑs y sus ojos brillɑbɑn y ɑunque el esmerɑldɑ hɑbiɑ desɑpɑrecido de sus irís, ɑún lucíɑn preciosos. Y e...
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Taemin salió de su habitación, estaba ansioso su lobo tenía ya horas inquieto y no lo dejaba dormir, el aroma grueso del Alfa se había impregnado en su habitación y eso solo empeoraba todo, se sentía aturdido.
Bajo en silencio las escaleras, sabía que quizás sus padres aparecerían en cualquier momento porque bajaban al menos cada hora para asegurarse de que Yoongi estuviera bien.
Luego de que el celo de Yoongi golpeara repentinamente hace ya unas cinco horas, él salió de su habitación corriendo para buscar a sus padres, nunca había presenciado el celo de un Alfa así que todo eso fue demasiado impactante para él, Yoongi le había gruñido a sus padres y se había encerrado en la habitación de huéspedes tan pronto como su padre Omega le hiciera tomar un supresor, para controlar su aroma y ayudarlo a estar más tranquilo.
Sin embargo, su Omega había estado inquieto y expectante desde entonces, algo que nunca había experimentado antes, a pesar de que el aroma de Yoongi había sido demasiado abrumador, no podía decir que le molestará, aunque ahora era un poco menos intenso, quizás por el supresor, aún podía percibirlo un poquito.
Llegó hasta el pasillo que daba a la habitación de huéspedes y con pasos ligeros se acercó a la puerta de la habitación de Yoongi, su corazón golpeaba fuertemente contra su pecho y se sentía un poco mareado.
Antes de siquiera golpear la puerta, la voz de Yoongi se escuchó al interior de la habitación, la voz del Alfa era más ronca y pareciera que venía acompañada de gruñido que le hacía sentirse nervioso.
—Vete~
Taemin apretó los labios y su pecho dolió un poquito.
—Yoongi…
—Vete Taemin.
—Yo… solo quiero saber si estás bien.
Yoongi no respondió, Taemin no podía verlo, pero el Alfa se abrazo un poquito más al cachorrito amarillo, que por ahora era lo único que lo mantenía tranquilo.
—¿Necesitas algo?, yo… puedo ayudarte si tú…
—¡Maldición, lárgate Taemin!.
Los ojos de Taemin se aguaron de inmediato, mordió su labio inferior y suspiro. Yoongi nunca le había hablado de esa forma, él solo quería que estuviera bien y su instinto lo obligaba a insistir, era su Omega, de pronto sentía la necesidad de llamar la atención del Alfa.
—¿Puedo entrar?.
En el interior de la habitación, a Yoongi se le revolvió el estómago, el aroma a duraznos comenzaba a invadir el aroma a frutos que emanaba el cachorrito y sintió náuseas una vez más, además de sentirse molesto.
—No te enfades conmigo… solo quiero que estés bien, Yoongi…
Yoongi extendió su brazo para tomar lo primero que tuvo a su alcance, tomó la botella de agua de la mesita de noche y la lanzó contra la puerta, golpeándola, al mismo tiempo que emitió un fuerte gruñido gutural, que hizo a Taemin paralizarse al otro lado de la puerta.
