Se tomó un momento pɑrɑ mirɑrlo, porque erɑ bonito, sus lɑbios estɑbɑn pɑ́lidos por el frío, su nɑriz estɑbɑ enrojecidɑ, tɑmbién sus mejillɑs y sus ojos brillɑbɑn y ɑunque el esmerɑldɑ hɑbiɑ desɑpɑrecido de sus irís, ɑún lucíɑn preciosos. Y e...
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A la hora de la cena Jimin solo pudo comer un sándwich, pero al menos su aroma dulce había regresado, sin embargo su jaqueca al parecer no había disminuido mucho así que regresó a su habitación para ducharse y dormir nuevamente. Pero tan pronto como el chico se encerró en su habitación su aroma se tornó amargo y deprimente nuevamente.
Yoongi comenzaba a sentir a su lobo inquieto y una vez más no podía conciliar el sueño. Miro el reloj en su mesita de noche y marcaba las 2:15 de la mañana. Tenía que dormir, tenía que ir al colegio por la mañana pero su lobo no le dejaba encontrar calma. Mucho menos cuando el aroma amargo proveniente de la habitación de al lado se intensificó y escuchó la puerta de la habitación de Jimin abrirse y cerrarse casi de inmediato.
Se sentó al centro de su cama cuando escuchó su puerta ser tocada débilmente. Jimin nunca tocaba su puerta, ¿Porque lo hacía ahora?.
-Jimin...
El Omega abrió la puerta en cuanto escuchó su nombre.
-¿Cómo supiste que era yo?- preguntó el Omega mientras se adentraba a la habitación y cerraba la puerta tras él.
-Solo lo supe...
Jimin no preguntó más y se arrastró por la cama del Alfa hasta dejar caer su cabeza sobre las piernas cruzadas del chico.
-Yoongi...
-¿Qué te sucede Jimin?- preguntó mientras bajaba la mirada para ver al chico recostado en sus piernas.
-N-no me siento bien, la jaqueca no se va y mi lobo no me deja dormir, tengo náuseas y siento como si hubiese corrido una maratón- se quejó con voz temblorosa, Yoongi temía que se echara a llorar en cualquier momento.
-¿Por qué no le dijiste a tus padres?, podrían haber llamado a un médico.
-Estoy cansado de los médicos, los médicos no comprenden a mi lobo. Ni siquiera yo lo comprendo- Jimin sorbió su nariz.
-Oh, no llores Jimin- Yoongi acercó su mano a los cabellos rubios del Omega para dejar una caricia en ellos, pero cuando su palma tocó la piel de su frente se percató de que el chico estaba ardiendo en fiebre.
-Jimin tienes fiebre.
Jimin abultó los labios, lo que faltaba, pensó.
-Debemos decirle a tus padres.
-No, por favor, no les digas, me llevarán al médico y no quiero ir, quiero estar aquí, por favor, mi Omega me trajo a tu habitación creo que le gusta estar aquí, solo estaré un rato, seguro me sentiré mejor si estoy aquí un par de horas- suplico mirando al Alfa desde su lugar, aún en sus piernas.
-Bien pero si no baja tu fiebre les diremos, ¿De acuerdo?.
Jimin asintió fervientemente.
-Bueno, espera aquí, ¿Si?- Yoongi alzó un poco la cabeza de Jimin para poder salir de la cama.
