Un nuevo lugar para quedarse (a new place to stay - completo) severitus

cap 44: ordenar reuniones

Ordenar reuniones

Severus se encontró calle abajo desde el Número Doce, Grimmauld Place. Como siempre, mantuvo un ojo de águila en la calle. Regulus Black había sido un mortífago; arrepentido o no, el Señor Oscuro aún podría saber de su existencia. Incluso mantuvo un ojo en el suelo, consciente de la forma animaga de Pettigrew. Para Severus era obvio que Pettigrew había sido enviado a Spinner's End para vigilarlo. Sabía que en el segundo en que llamaran a Pettigrew, tendría que inventar excusas, pero en este punto realmente no podía importarle. Mirando los edificios circundantes, suspiró antes de decir las palabras a la casa segura claramente en su mente: "La Orden del Fénix se puede encontrar en el Número Doce, Grimmauld Place". El edificio se materializó frente a él, casi como agua brillante que se separa para revelar la casa escondida. Con las máscaras en su lugar, mostrando al mundo que estaba "aburrido", se dirigió hacia adentro. La reunión aún no había comenzado; Ya había algunos miembros allí esperando y hablando entre ellos. Era sombrío, incluso tenso, lo que encajaba bastante bien con el humor de Severus. Ocupó su asiento habitual, que era el más alejado del de Black y al lado del de Dumbledore.

Se sentó en silencio, ignorando resueltamente a Sirius Black mientras los miembros de la Orden se amontonaban. Shacklebolt era el siguiente, y se sentó al lado de Severus, como solía hacer a menos que Moody llegara primero.

"¿Cómo está yendo?" Preguntó Shacklebolt, en voz baja para que ninguno de los demás pudiera escucharlo.

Severus simplemente arqueó una ceja con curiosidad, sin estar seguro de lo que Shacklebolt estaba insinuando; Aunque tenía alguna idea.

"¿Ha resultado útil el muñeco?" Entonces aclaró el Auror, sus ojos marrones brillando con curiosidad y satisfacción. Podría tener respeto por Dumbledore y hacer lo que tenía que hacer por la Orden, pero eso no significaba que estuviera de acuerdo con todas las decisiones de Dumbledore. No le gustó el hecho de que Dumbledore se negara a entrenar a Harry Potter. Dumbledore había insistido en que todos hicieran votos inquebrantables para proteger a Harry y nunca revelar la ubicación de Grimmauld Place, y por último, pero no menos importante, para mantener las identidades y secretos de los que se habla en la Orden. Obviamente Dumbledore no quería otro Pettigrew; Dado el estado de la guerra, eso no le sorprendió. Shacklebolt no era un mago estúpido; Tenía que haber una razón por la que Dumbledore les había hecho proteger a Harry. Seguro que no significaba que fuera sólo porque Harry fuera poderoso. Entonces toda esta Profecía entró en juego. Puede que no conociera su contenido, pero tenía una extraña sensación de lo que podría contener. Por eso había tomado la decisión de ayudar a Snape a hacer lo que había que hacer. Él era el único que podía entrenarlo; Después de todo, el niño vivía con él. Le hubiera encantado entrenar a Harry, si fuera tan poderoso como decían. Algún día sería un gran Auror, tal vez uno de los mejores si ese fuera el camino que eligiera. No estaba seguro de que eso fuera lo que el niño querría... si sobrevivía a la guerra, claro está. Cuando todo terminara, el niño estaría harto de ser perseguido y casi asesinado. Apostaría su placa a ello, pero cuando se trataba de Harry Potter, se sorprendía constantemente. Saber que había elegido con éxito un Patronus COMPLETO a la edad de trece años era alucinante. Ahora sólo podía lanzar uno, después de semanas de intentarlo, para su deleite.

"Mucho," dijo Severus, sus propios ojos oscuros brillando con deleite. "Él lo destruyó". Mientras hablaba, sus labios apenas se movían y hablaba en voz muy baja. No quería que nadie más escuchara lo que estaba diciendo, especialmente Black.

"Tienes que estar bromeando", se atragantó Shacklebolt, con los ojos muy abiertos por la sorpresa y la voz más alta de lo necesario, atrayendo más atención sobre ellos. Considerando que Severus no hablaba mucho durante las reuniones, estaban siendo observados tal como estaban. Black especialmente estaba mirando ferozmente la espalda de Severus. Sus celos lo estaban devorando por dentro; Odiaba el hecho de que Severus tuviera a Harry en lugar de a él. Y le enojaba que incluso estuviera celoso de un hombre como Severus Snape en primer lugar. Era un círculo vicioso y, desafortunadamente, Harry estaba en medio de él.