El Regalo De Dios

Mi nueva rutina

Ya a pasado aproximadamente un mes desde que empeze a vivir con los señores y su nieto al cual aún no me atrevía a acercarme, además, habían sucedio algunas cosas en estas semanas como saber que el nombre de los señores son Rodrigo y Olivia Flores, y también que Ray tenía una semana sin aparecerse ademas que me habia asignado yo mismo como el ayudante de la señora olivia, aunque era pequeño me gustaba ayudarle en lo que pudiera como ir con ella al mercado y cargar una pequeña bolsa, recibir a los clientes o pasarle los ingredientes cuando cocina, aunque creo no era de mucha ayuda

Por su parte el señor rodrigo también era bastante amable, me dió un nombre el cual no me agrada mucho ya que me trata como su hijo, o bueno hija y es algo molesto que no pueda protestar por qué los señores me traten como una niña, pero bueno talvez cuando evolucione pueda hacer algo, también llevo unos días intentado poder usar algun movimiento especial aunque sin suerte esto originado a qué en un concurso que mis amigos comenzaron sobre quien era el mas fuerte quería demostrar mi valía, sin embargo, aun no me rindo en algun dia lograrlo.

Ahora mismo me encuentro sentado en el recibidor esperando a que algún cliente venga, eso y porque la señora olvidó bajarme de aquí, aunque por suerte no tuve que esperar mucho a que pasara ya que unos segundos después un hombre de apariencia joven de cabellos rubios y algo desaliñado entrara por la puerta y se acercara al recibidor, al verme el hombre solo me daria una sonrisa algo apagada para después decirme si podia llamar a alguno de los encargados por lo que me levantaría y tocaría repetidamente la campanilla para segundos después el señor saliera de una puerta que llevaba a la bodega y dirigiendo se a nosotros iniciaría una conversación con el hombre.

-valla que sorpresa señor lian, tenía rato sin pasarse por aqui- diria el señor rodrigo mientras se limpiaba las manos en su mantel, -si, lo que pasa es que estuve de vacaciones y decidí aprovecharlas pasando las con mi Pokémon aunque lamentablemente hoy regreso a trabajar Haci que vine a dejar a ray - mencionó lian levantando una pokebola, -me alegro por usted, señor lian y no se preocupe por la pequeña ray, usted sabe que siempre sera bienvenida- dijo el señor Rodrigo a lo cual los voltee a ver sorprendido, Pues no había notado el echo de que Ray era hembra, digo, ustedes se lo esperaban? No me lo podía creer pues ni su nombre ni su forma de ser tan despreocupada y peleona me Decían lo contrario, aunque pensándolo bien creo que nunca le pongo atencion a los detalles, dejando ese pensamiento un poco de lado continue escuchando la conversación la cual no duraría mucho más.

-gracias por su amabilidad, será mejor que me valla o si no se me hara tarde- dijo dándole la pokebola al señor Rodrigo y despidiendose mientras salia apresuradamente por la puerta, por su parte el señor solo se limito a despedirse agitando su mano para después al ver que lian se iria tomar la pokebola y también cargando me a mi llendo al patio donde me dejaria en el piso y liberaría a Ray, quien para mí sorpresa la ray que conocía no saldría de aquella pokebola.

Al la pokebola abrirse liberaría un rayo de luz rojo del cuál aparecería una Pikachu, Pikachu quien al salir miraría su alrededor y al verme hay parado mirandola se me acercaría mientras iniciaba una conversacion -valla, si que es cómoda la pokebola, dormí bien- diria mientras se estiraba -ray?- dira yo observando la detenidamente -la misma, no es impresionante? Evolucione hace dos días y ahora me siento más fuerte que antes- esto mientras flexionaba cómicamente sus patas -si, eso parece, escuche que tu dueño tuvo vacaciones y fueron a algun lado- -siii fue muy divertido, fuimos a un bosque a acampar junto a su hermano, dormí en una tienda de campaña y trepe un árbol, ademas nos ataco una manada de catepies y fue gracias a ellos que pude evolucionar- -ya veo, ven vamos con los demas, estaban algo preocupados por ti y ya que regresaste seguro quieren verte- le dije mientras me dirigiría hacia el bosque a lo que ella solo respondió con un -ok- mientras me seguia.