El Regalo De Dios

El viaje: primera parte "Johnny"

*Pov Johnny*

Tras ver cómo mi compañera se habia quedado dormida, decidi salir a investigar el barco Haci que saliendo de la habitación iría hacia la planta alta del mismo llegando a una zona muy grande con varios puestos de comida, esto solo me hizo preguntarme, ¿Que tan grande es este barco? Pues todo lo que veía parecía como si estuviese en una ciudad en miniatura, había una zona de piscina, la ya antes mencionado zona de puestos y mas hacia al popa del barco una zona cubierta que parecía llena de tiendas la mayoría lujosas pues tan solo al acercarme a una de ellas pude notar mi paga de un año en unos zapatos, después de caminar un rato llegué al comedor el cual era muy extenso y en dónde habia puestos estratégicamente zonas de bufet en dónde podías tomar lo que quisieras, en ese momento mi estómago gruño como diciendo que era hora de comer Haci que haciendole caso me acerque a la barra para poder observar que había en el menú, valla que cantidad de cosas, desde diferentes tipos de carne asta una gran variedad de postres, por lo que tomando una charola comencé a tomar diferentes cosas entre ellas varios tipos de postres para mi compañera pues sabía que a ella le gustaban las cosas dulces, -si, esto es perfecto, espero le gusten a...- ¡Crash!en ese momento un estruendo me interrumpió y a todos los comensales cercanos a la zona, parecía ser que una mesera había chocado con un tipo raro que llevaba cargando un caballete y el cual se me hacía conocido, -disculpe señorita- dijo el hombre mientras ayudaba a la mesera para después colocar su caballete y sacar de una gran maleta que llevaba consigo una gran variedad de pinturas y utensilios de para dibujar, ¡pues claro se me hacía conocido! Era aquel hombre que había derrotado al líder de gimnacio en ciudad malvalona, el hombre sacaría un pincel de su maleta y comenzaría su pintura, valla que se me hacia extraño y aunque pense en hablarle se veía bastante concentrado en lo que hacía por lo que decidí dejarlo en paz, unos momentos después decidiría volver a mi cuarto pues ya habían pasado un rato y seguramente mi compañera ya abría despertado, Haci que me fui del lugar.

Un rato después llegaría dónde estaba mi habitación y mientras intentaba tomar mi llave pues la gran cantidad de comida que traía me dificultaba meter mi mano en mis pantalones, un chillido bastante agudo, algo como un -kiiia- me asusto e hizo que casi tirara lo que tenía en las manos, al voltear a ver qué sucedía pude ver a una niña como de unos 12 años de cabello celeste vestido amarillo con florecillas azules, sombrero ancho blanco y que cargaba lo que me pareció un pequeño peluche con forma de pichu cercarse euforica hacia mi diciendo en voz alta -¡es el!, ¡Es el!!- mientras daba vueltas alrededor mío, a la par una mujer alta de pelo azul con tacones, piel bronceada y vestimenta similar a la pequeña se nos acerco, valla que tengo que admitir que era bastante hermosa como si de una estrella de cine se tratase, -si, si, ya te escuche casey- dijo la mujer mientras yo solo les segia viendo bastante confundido por la escena, al acercarse la mujer tomaría a la niña alejando la un poco de mi lo que me ayuda a poder por fin sacar mi llave, -disculpe a mi hija, es una entusiasta de los concurso pokemon y cuando te reconoció del espectáculo de ayer no pudo evitar su emocion- me dijo la mujer mientras yo abría la puerta de mi habitación, -¿en serio? Valla, no creí que fuera para tanto- dije sorprendido, -mi nombre es emma y ella es mi hija casey-me dijo con tono calmado, mientras la conversación se alargaba sentía mis brazos perdieron fuerza por lo que las las invitaría a mi habitación a seguir charlando, -pasen hablemos dentro, mis manos están ocupadas y no puedo hablar libremente- les dije entrando seguido por las dos.

Ya dentro dejaría todo lo que tenía sobre una mesa para después voltear a ver a la mujer y su hija las cuales se encontraban viendo los alrededores de la habitación, -le agradezco el dejarnos entrar a su habitación, por lo general los profesionales que emos conocido se portan mas discretos von su intimidad-, al decir eso no pude evitar verla confundido, -¿Profesional Yo? Si admito que fue un buen espectáculo pero no creo estar a la altura de los profesionales, además mi compañera lo hizo todo, yo solo la ayude un poco- les dije negando con mi mano, -¡Nada de eso!- dijo casi gritando la pequeña, -los entrenadores son tan importantes en el espectáculo como los Pokémon porque son ellos quienes los entrenan-, al escucharla solo cerré mis ojos pensativo pues bueno... supongo que tenía razón, al final de cuentas no fue tarea facil tratar de convencerla a hacer esto ni tampoco que usará los accesorios, -si, supongo que tienes razón- le dije.