Mi nueva vida

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Y desperté...
No sabía donde estaba, mi cabeza daba vueltas y me encontraba muy confundido, pero a pesar del pánico que sentia intente calmarme un poco y analizar mi entorno, parecía estar dentro de un lugar estrecho y algo viscoso ademas, podía escuchar una voz a lo lejos, una voz la cual pese a su bajo volume aun Hacia sentia que me llamaba e incitaba a salir de donde sea que estuviese, Haci que Armando me de valor, con todas mis fuerzas empuje asta que logré escuchar un crack y pude ver un pequeño orificio, eso me emociono Haci que segui y segui empujando asta que lo logre, rompí lo que fuese que me aprisionaba y sali de hay, una luz me deslumbro y pude observar a un anciano de simpatico bigote el cual me asusto un poco, porque? Te preguntarás, pues esto fue por el detalle de que era gigante!!! Era varias veces más alto que yo lo que por instinto me hizo intentar huir fallando en el intento ya que al intentar ponerme de pie sentí como mis piernas temblorosas lo que provocó mi inevitable caida y que terminara callendo de cara al piso el cual para mí sorpresa, era bastante sueve y comodo.

El anciano al verme rio un poco y se acerco a mi, en ese momento me asusté, pense que seria mi fin, que seria su desayuno o algo, Haci que cerre los ojos y espere lo peor, pero contrario a mis pensamientos el amable señor me cargo en sus brazos como si fuese un bebé y me dijo con una tierna voz -tranquila, no te are daño- eso me tranquilizo, sentía la misma sensación de protección que cuando tus padres te cargan cuando sos chico, de alguna manera, al verme protegido y en calma mis parpados se empezaron a sentir pesados y haci cerrando mos ojos cai en un profundo sueño sin preocupación alguna.
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Al cabo de unas horas desperté y me encontré que estaba en una especie de cuna, ya con algo más de claridad en mi mente me puse a analizar mi situación, lo último de recuerdo es que había sido atropellado por un coche de una rubia, y acto seguido estaba aquí, recostado sobre un blando colchón, talvez parezca obvio pero me costó un poco reaccionar, que había reencarnado.

Aún no me cabía en la cabeza que las teorías de todas esas culturas orientales tenían razón, la reencarnación existia y la había experimentado, aunque aún no entendía bien en donde me hallaba me sentía algo familiarizado con el entorno, haci que aprovechando la pequeña luz del sol que aun habia disponible me dispuse a observar mi entorno, no ví mucho, la habitación era color amarillo y el suelo era de madera, parecía caro, un pequeño recibidor con una campanilla, lo que me hacía sospechar que me encontraba en una tienda o algo parecido además de un tapete amarillo algo grande en el centro de la sala, la cuna en donde me encontraba y lo que me pareció una PC antigua alado del mostrador, no me pareció la gran cosa, asta ese momento hubiese pensado que habia renacido como el hijo de una familia de clase media que dirigía un negocio y que fantaseando imaginé heredarlo en el futuro, cuando fuese mayor, pero algo distrajo mi atencion e hizo que dejara mis pensamientos de lado, mi cuerpo, al principio no me habia molestado en revisar mi apariencia esto por todo lo que había pasado anterior mente, pero había algo que me parecía extraño Haci que explore este.

Era pequeño, de eso no había duda, mi cuerpo pareciera ser completamente negro, o eso creí ya que parecía tener un traje para bebe decorado con unos moños blancos en la parte de enfrente y nada más, al bajar un poco mi cabeza note algo colgando de la misma haci que llevando mis manos a mi cabeza bote que tenia dos pequeños moños blancos parecidos a los de mi ropa sujetos de mi cabello el cual parecía estar sujeto como si de una cola de caballo se tratase dando la apariencia de un pompón negro, mi vestimenta era algo rara por decir poco, algo extraño para un varón, pero bueno, supongo eso no era lo importante ahora.

Algunos minutos después suena señora que se notaba era de edad avanzada y de mirada tranquila entro por una puerta y se diriguio a donde yo me encontraba, la anciana me miró y abriendo bien sus ojos, como impresionada de verme dijo algo que me parcio de extraño -valla, valla a quien tenemos aquí, ere robert no me dijo que ya habías nacido peque y menos que eras tan especial, supongo que lo regañare más tarde, por ahora sera mejor darte algo de comer- algo confundido la mire e intente decirle algo, lo que para mí sorpresa ocurrió, de mi boca salió un pequeño -goooo- lo cual no pareció mucho pero para alguien que acaba de nacer, valla que si es interesante, aunque;
Aunque algo me hace dudar que este no es como el mundo que conocia, la anciana se aparto de mi y se fue hacia en recibidor de dónde saco una pequeña bolsa de detrás de esta para después volver a dirigirse a mi, de la bolsa saco un pequeño cubo gris, me lo extendio, para serles sincero no parecia nada apetecible por lo que me negue a consumirlo si es que era eso lo que quería, para mí sorpresa la anciana me dió una mira algo intrigada y talvez molesta, esto me hizo estremecerme un poco por lo que al final opte por tomar el cubo y llevarlo a mi boca, al comerlo valla sorpresa que me dio, tenia un sabor parecido a la mora y era bastante dulce.

La anciana pareció feliz después de que comí el cubo por lo que se levantó y retiró de mi lado volviendo al recibidor, donde dejo la bolsa de cubos en su sitio para dirigirse a lo que aprecia la puerta principal del negocio abriendo está y cambiando lo que parecía un letrero de lo que me imaginé decía "cerrado" por uno de "abierto", esto suponiendo pues no podia reconocer el idioma, para después volver al recibidor y sentarse en una silla, al cabo de un rato la puerta se abrió y un chico como de unos 9 o 10 años Entro a la "tienda" lo que alerto a la anciana y al ver al chico le dio la bienvenida, ambos comenzaron una conversación algo corta para después el chico sacar de su shorts un objeto el cual me aria sospechar enormemente de en que lugar me encontraba.

El Regalo De DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora