Derry/the house of mysteries

capítulo 30

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Oscuridad.

Es lo único que podía ver, oscuridad.

Gotas.

Es lo único que podía escuchar.

Humedad.

Es lo único que podía oler excepto la sangre que posiblemente sería de mi propio cuerpo.

Cuerdas.

Es lo que sentía al rededor de mi cuerpo excepto el frío....

Frio..

Por alguna razón hacia mucho frío, en la calle aún hacia calor,
¿por qué sentía frío?
¿Tal vez por mi ausencia de ropa adecuada? ¿O simplemente por la ausencia de ropa en mi cuerpo?

Mi cabeza... Me duele.. ¿Dónde estoy?

Tengo ganas de vomitar, me siento débil, ¿dónde estoy?

Solo recuerdo.... Recuerdo... ¿Qué recuerdo?
Intenté concentrarme en recordar que me pasó y ahí parece que es donde empezó el infierno.

*Flashback*

En un momento sentí un fuerte golpe en la cabeza y dejé de ver lo que había a mí al rededor, me sentí asfixiada. Mi cuerpo dejo de funcionar por unos segundos y mis rodillas fallaron.
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Abrí los ojos de golpe aunque no podía ver mucho ya que tenía algo tapando mis ojos, solo sentía alguien acariciando mi pelo y podía sentir el vibrar debajo de mi como si estuviera en un coche en marcha.

- mi pequeña... De vuelta a mi...- escuche a alguien decir en mi oreja, sentí su caliente aliento sobre mi cuello y pude distinguir esa maldita voz... Su aliento crudo seguía siendo el mismo...

Empecé a llorar incontrolablemente y sus caricias dejaron de serlo. Sentí su áspera mano en mi cara girándola hacia donde suponía que el estaba .

-tu jueguito ha terminado.. y ahora, mi amor, va a ser todo peor de lo que era antes. - sentí un apretón en mi cara- ¿No recuerdas lo que me hiciste la última vez que nos vimos? Porque yo si, y muy claramente, no sabes lo que me hiciste pasar este tiempo sin ti - de repente soltó mi cara y me dio una bofetada, escuche algunas risas masculinas en otras partes del vehículo - ¿¡Siquiera sabes todo lo que pasamos sin ti!? - mis ojos ardían de llorar - Mi niña...no llores....te eché de menos...- dijo ahora con voz suave.

*Fin del flashback*

Intenté moverme en el estilo de silla en la que estaba atada. Mis piernas algo abiertas, cada una atada a una pata de la silla, mi estómago descubierto también atado al respaldo de esta y mis brazos atados detrás de mi. Escuche una cadena algo cerca de mi y me asusté, gire mi cabeza hacia donde escuché el sonido, empecé a respirar de forma irregular intentando sostener mis lágrimas.

-Cariño, soy yo, no hagas ruido...- susurro una voz no muy lejos de mi, la voz de mi abuelo, empecé a llorar está vez con algo de alegría de no estar sola ahí, pero por otra parte de tristeza al saber que ambos estábamos en esta situación.

Intenté hablar pero algo tapaba mi boca, parecía haberme dado cuenta de eso justo en este momento.

- Tranquila rojita, saldremos de aquí, no intentes hablar, aguanta sus lágrimas, no te muevas, tus brazos sangraran más aún del roce de las cuerdas...no hagas ruido...- dijo y de repente escuche unos pasos algo lejanos, como si estuviéramos en una habitación aparte y los pasos provenían de fuera de ella.

Se escuchaban cada vez más cerca y eran seguidos de unas risas masculinas. Esas risas de nuevo....

Se escuchó como la puerta de la habitación de abría de golpe y un sonido metálico chocho contra la pared. Parece que ma puerta es de metal.

- Mira como está mi niña y el viejo - se escuchó la voz de mi "padre" - ¿Qué tal estáis? Por si pensabais en escapar, no podréis, somos demasiados aquí - ¿Cuántos serían? Tenía que averiguarlo - Hoy empezará mi juego, ¿os parece bien? ¿Si? ¿No? No me importa, Dylan que te parece si empezamos contigo, así le damos un show a tu abuelito....- dijo con esa voz que tanto odiaba.

Apreté mis manos en un puño haciendo que mis descuidadas uñas se clavaran en mi piel. No podía gritar, ni hacer nada, no podía hacer nada... Otra vez...

Sentí como su cuerpo se acercaba a mi de forma brusca, y comenzó a oler mi cuerpo y morderlo, pasando su asquerosa lengua por mi cuello. Sus manos tocaban mi cuerpo, el cual a mí desgracia había explorado muchas veces antes.

- Veamos cuánto ha crecido mi niña....- escuche a mi abuelo gritarle.

Comenzó a quitar el resto de ropa que tenía en mi cuerpo, lo cual era solo mi ropa interior.. su lengua y manos tocaban todo a su paso, ahí me di cuenta que esto sería una tortura real....

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Holaa, perdón por mi ausencia, han pasado muchas cosas, se que siempre lo digo y nunca lo hago pero intentaré volver a escribir, está parte simplemente me parece muy difícil de escribir y estuve estancada en este capítulo un buen tiempo, decidí no poner muy explícitas estás partes, al menos en este capítulo.

Espero que sigáis leyendo mi historia y no os hayáis olvidado de ella. Disfrutad 🫶🏻.

-paox-