KIVI -one shots

Intereses

Chiara, 22 años, con sus grandes capacidades para el mundo de los negocios, había montado todo un imperio a su corta edad, desde los 16 años estuvo leyendo sobre como montar su propia empresa. 

Al fallecer sus padres cuando ella tenía tan solo 18 años, decidió que en vez de ahogar sus penas en bebida, lo haría en trabajo, fue a la universidad, la mejor de todas, a Harvard, se graduó siendo la primera de su clase, y fundó Oliver S.A. una empresa de petróleo, estaba la primera en el mundo. 

Económicamente Chiara tenía la vida resuelta, pero se sentía demasiado sola, ninguna mujer que entraba en su vida era porque realmente estuviera interesada en ella, solía ser por y para conseguir dinero. 

Violeta tenía 25 años en ese entonces, trabajaba en una tienda de vinilos, vivía con su novio Julio, llevaban juntos desde los 16 años, todavía eran unos niños cuando se concieron. 

Necesitaba dinero, pero inmediatamente, tenía que pagar el tratamiento de su padre, una enfermedad rarísima, pero para la que habían encontrado una solución, aunque fuera efímera la necesitaba, necesitaba tener a su padre presente. 

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- No es mala idea - le dijo Julio

- Pero en que cojones estás pensado, se te ha ido la cabeza - dijo Violeta alterada - no voy a engañar a tu jefa por dinero, no sé que tipo de películas tienes en tu cabeza 

- Violeta, esa mujer no tiene alma, despidió hace dos semanas a una chica porque le hizo mal su café, la vimos entrar a la oficina que tiene en la última planta y salió llorando sin hablar con nadie, si le rompes el corazón es lo mejor que le podría pasar a esa bruja - dijo su novio

- Necesito el dinero pero no estoy loca - dijo cruzándose de brazos, al saber que la mujer era tan mala el plan le resultaba diferente

- Piénsalo, lo necesitas, no puedo echar más horas, solo soy el de la limpieza allí, tu trabajas en la librería, entre los dos no sumamos ni 1500 euros al mes, no podemos costearnos un tratamiento de medio millón. 

- Vale - dijo susurrando

- Lo sabía, sabía que al final aceptarías, amor es lo mejor para todos - dijo Julio abrazándola 

- Pero no te molestará, digo, que se hable de mí como si fuera la nueva novia de Chiara - le preguntó

- Chiara no se compromete con nadie, todas son su pasatiempo, sexo, alcohol, fiesta y poco más, lo suyo es que te de su tarjeta, con todas lo hace cuando ve que es un poco más serio 

- Si, pero no se molestará porque pague la factura del hospital con eso? - preguntó ella

- Hubo una que se compró tres ferraris el mismo día, es una mujer que genera miles de millones al año, medio millón de euros no le va a doler - dijo Julio - me voy porque entro en media hora a trabajar, sabes como va el plan no?

- Si, yo voy porque eres mi amigo y se te ha olvidado el móvil, justo a las 13:00 que es cuando limpias su oficina, ahí aparezco yo y le hago ojitos, amor, sé retener información - dijo Violeta - nos vemos luego?

- Ahí estaré - dijo para darle un beso

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Violeta se había vestido para impresionar, llevaba el pelo levemente ondulado, los labios brillantes y rojos, las pestañas más largas que nunca, se había puesto una camisa que dejaba a la vista un escote sugerente y unos pantalones de traje holgados. 

Estaba nerviosa, esto iba completamente en contra de sus principios, enamorarse de una mujer solo por dinero, es cierto que desde un primero momento siempre supo que es bisexual, Julio lo sabe, sus padres también, todo su círculo, pero eso de juntarse con personas por puro interés era nuevo en ella, e iba a ser la última vez, mientras iba hacia el dichoso edificio se repetía para sí misma que esto era por su padre, él haría cualquier cosa por ella.